cap.20

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El turno de Ray estaba finalizando más temprano de lo usual, por eso tuvo la idea de pasar a buscar a Norman y no viceversa.

–adiós, cuídate– dijo Gillian quien también se encontraba trabajando con Ray.

–tu también– se despidió caminando a la salida, sintiéndose observado, pero no podía decir con certeza de quien se trataba.

A la salida aún se sentía observado, pero era una mirada intensa, estaba algo asustado. Una mano ajena se posó en su hombro, dando un salto empujó a la persona quien le había tocado.

–¡pepe deja de hacer eso!

–disculpa, no creía que te asustara– dijo con un tono más calmado pasando una de sus manos por su nuca, detrás de el estaba Zack, ambos tenían la idea de irse juntos, pero al ver a Ray solo pensaron en ir a dejarlo. Podría decirse que eran muy sobre protectores, pero Ray era el menor y por esa razón lo cuidaban tanto. Zack tenía 21 años mientras Pepe 20.

Le insistieron a Ray dejar hacerles compañia, siendo su respuesta muchas veces un no, la calle por donde pasaría Ray era peligrosa, por eso no querían dejarle solo. Ya habían escuchado que por ese lugar había una pandilla que incontables veces acosaban a las chicas de vez en cuando a los chicos, sin contar los robos frecuentes.

A fin de cuentas terminaron los 3 caminando a la cafetería donde trabaja Norman, ninguno de los dos mayores sabía del todo porque Ray quería ir, solo lo acompañaron. Pensaron que solo pasaría por el lugar y pediría algo de comer.

–¿encerio vas a ir a esta hora por un café?– comenzaron a bromear sacando lo de quicio, ambos le estaban interrogando con preguntas de todo tipo. No encontraban razón lógica por la cual iría.

–iré a buscar a alguien– ahora lo entendían, no del todo, pero entendían, luego pensaron en una posible "novia", comenzaron hacer bromas al respecto sobre quien iría a buscar.

Ninguna broma se le hiso graciosa a Ray, pero al menos sus amigos intentaban ser divertidos. Lanzó un suspiro pesado al ver la cafetería a tan pocos metros, no quería pasar con ellos.

–bueno, ya llegué, adiós– dijo despidiéndose corriendo a la cafetería.

–no no, nos quedaremos a ver tu novia señorito, debemos conocer a la afortunada de salir contigo, por cierto ¿cómo lo hiciste para conseguir novia?– quería a sus amigos, pero todo tiene un límite. No quería entrar y ser molestado por ambos, aunque se le haría divertido ver sus caras una vez vean a Norman, pensar que su novio es un poco más grande que ellos siendo menor le hiso sonreír boba mente.

–Zack mira, se puso rojo– comenzaron a reír exageradamente, dejando muy incómodo al azabache que trata taba de ocultar su notorio sonrojo –mejor danos una pista de como es ella.

Dudo en contarles los detalles, tal vez al entrar se darían cuenta que es un chico, pero son tan bobos que no lo harían.

–es preciosa tiene un cabello blanco de ensueños, sus ojos son celestes como el cielo, su piel parece la de un bebé, es alta y delgada, es tan especial para mi que...

–suena bonita, muy bien– ambos entraron con la esperanza de ver semejante obra de arte, una vez ingresaron solo vieron dos clientes, a Anna y Norman –no la veo, pero ese chico se parece a como Ray lo describió –susurro Zack dejando muy confundidos a ambos.

Detrás de ellos se escuchó la puerta cerrar seguido de unos pasos, Ray caminó rumbo a Anna, ninguno creía que se había referido a ella. Pero si era bastante bonita, comenzaron a molestarlo apenas habló con Anna, claro que lo que le estaba pidiendo era que lo deje pasar.

p i r ó m a n oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora