-¡por fin es viernes! Jamás creí que llegaría este día Dios mío- Karol se lanzó al sofá, sacando sus zapatos, le incomodaba usarlos como a muchos, por eso era una sensación increíble cuando se los sacaba.
-exacto, ¿quieres ver una película?- pregunto la mayor de ambas chicas emocionada copiando a Karol con el tema de los zapatos.
-eso no se pregunta- se levantó tomando a su hermana del brazo, se encerraron en la habitación de Emma que quedaba más cerca y así desaparecieron de la vista del resto.
Era un día precioso, el viento fluía libremente por los alrededores, el sol parecía no querer irse todavía, casi no habían nubes.
Que lástima que Norman debía trabajar horas extras por las que no estuvo en la semana, mientras Ray solo debía terminar su proyecto.
Cada uno se dirigió a su habitación, vistiéndose con sus respectivos uniformes, el de Norman solo era una camisa color crema con el nombre de la cafetería, Ray por otra parte llevaba lo que quería. Una vez listos salieron juntos para que el camino no sea tan aburrido.
Seguían planeando la cita, estaban muy emocionados, nerviosos también, pero más emocionados. Planearon durante toda la semana que llevar, que hacer, que comer entre otras cosas. Recordaron que cerca de la playa había una cabaña que podrían arrendar durante un día, ya se habían contactado con el dueño quien amablemente les dejó quedarse, obviamente le debían pagar, pero eso no fué problema alguno.
-¡Norman!- Sonia llamó su atención, se encontraba muy distraído, además de cansado, eran las 9 de la tarde, de seguro Ray ya había llegado a casa.
-¿que?- respondió sin ánimos.
-pareces distraído, ¿quieres un café?- ni siquiera tuvo respuesta alguna, dedujo que a fin de cuentas el Albino lo necesitaba, en tan solo 2 semanas le había tomado afecto, creía que si ambos tuvieran la misma edad podrían ser algo más. A Sonia le atraía y no lo negaría, aunque sabía perfectamente que a Norman no le gustaría salir con alguien como ella después de todo, al menos lo suponía.
Mientras preparaba el café se desarrolló en su mente que habían chicos mayores saliendo con chicas menores ¿porque no podrían ser al revés? Solo se llevaban por dos años. Tampoco lo conocía del todo, no podía llegar y decirle que lo encontraba lindo.
Pero para no llevar sus ilusiones más allá debía saber los intereses de este.
-ten- estiró su mano entregando el café, ya nadie más llegaría a la tienda, así que debían cerrar -sabes ahora vamos a cerrar, deberías ir a tu casa.
-si, pero me van a venir a buscar y quiero esperar lo- sonrió, bebió el café que por cierto estaba delicioso, era un americano, pero se sentía el olor a naranja, todavía no descifraba como hacer el café como Sonia.
-bueno, entonces no me iré hasta que vengan por ti, por mientras hablemos.
-ok- no sabía de que tema hablar particularmente, su cabeza solo pensaba en el azabache y la cita de mañana -¿usted tiene pareja?
¿Acaso esta era la señal que necesitaba? Aquello se podía interpretar de muchas maneras, sentía que su corazón podría explotar. Acomodó sus anteojos tratando de ocultar su mueca de felicidad.
-no, de hecho ni siquiera podría gustarle a alguien- eso último lo dijo deprimida, no era su intención arruinar la conversión- ¿y tu? No creo que Emma sea tu novia, parece más tu hermana.
-tiene razón, Emma solo es mi amiga, pero en lo personal ninguna chica llama mi atención- bebió lo último que quedaba en su café, recordando nuevamente a Ray, estaba impaciente por que llegará, necesitaba verlo, Sonia por otra parte se sentía algo afortunada, aunque debía indagar más, no quería ilusionarse -como decía, no he salido nunca con una chica.
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p i r ó m a n o
Fiksi Penggemartécnicamente la historia es de eso ¿no? para Norman es bastante difícil querer a alguien que apenas le muestra cariño, peor aún, que esa persona sea pirómano, no conoce nada del pasado de su amigo y quiere ayudarlo. Pero ¿cómo lo haría sin dañarlo...