cap.13

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Después de toda la fiesta, era obvio que querían descansar, pero para mala suerte debían ordenar el desastre que dejaron.

Debería ser fácil si se encontraban los 3 disponibles, pero claro que a Emma se le ocurrió ir a casa de Nigel 2 días, ¡ay, que lindo es el amor cuando te conviene!

La alarma ya había sonado 3 veces seguidas y nada que se levantaran, aunque a Ray le estaba comenzando a aburrir, por esa razón apagó el artefacto repetitivo para descansar más tiempo.

Nada podía salir mal ahora, tendría más tiempo para descansar, así fue o eso creía.

Luego de un rato fue nuevamente despertado, aunque esta vez no tenía manera de pagar el objeto, porque no era más y nada menos que su compañero de cuarto.

-Buenos días- le susurro el chico de ojos celestes cerca de su oído despertando lo completamente.

-ahg, Buenos días- tenía sueño todavía, estaba algo incómodo pues no había dormido tan bien que digamos, así que estiró sus brazos tanto como pudo quitando el sueño.

Abrazó al chico delante de el, sintiendo como sus brazos le rodeaban por completo, viendo sus lindos hoyuelos que se formaban cada vez que sonreía.

-debemos ordenar- si su día había comenzado bien, ahora estaba arruinado, no quería ordenar todo el desastre, aunque todo fué divertido, no quería simplemente arreglar el desastre que otros cometieron.

Miró a Norman con el labio afuera y el ceño fruncido escondiéndose más aún en las tibias sábanas.

El Albino por otra parte rodó los ojos tratando de sacar a su novio de la cama, mientras antes terminaban de ordenar mejor, pensaba.

Además esta sería una buena oportunidad para que pasen el tiempo juntos, siempre debe haber un lado positivo en algo malo según él, aunque Ray no viera las cosas de esa manera, más bien las veía como un trabajo, no quería trabajar tan pronto en la mañana.

-vamos, sale de allí- le miró suplicante.

-nunca, me niego a salir- dicho esto sintió como lo tomaban de la cintura siendo sacado de su acogedor lugar, dándose por vencido.

Se acercaron a la Sala con todo el entusiasmo de terminar su desorden, lástima que les tomará 2 días en hacerlo si lo hacen con ese "entusiasmo".

El piso estaba llenar de polvo, junto con trozos de comida, líquido vertido en este como bebidas o alcohol, si, había alcohol aunque casi ni bebieron, los muebles no estaban en su lugar correspondiente y debían quitar los adornos.

Se miraron buscando una manera de entenderse, pero solo se limitaron a sonreír entregándose un apoyo mutuo con eso, aunque sabían que necesitaban mucho las que eso.

Mientras lo arreglaban se hacían bromas tratando de colmar a la paciencia del otro, cosa que a Norman se le hiso muy fácil.

-oye, mira lo que encontré.

-¿que es eso?- dijo agachado la cabeza, no era nada importante, solo un desperdicio de pastel -¿y esto que tiene de...?

Antes de poder terminar el pastel se le fué lanzado a la cara, sacando risas desenfrenadas al Albino, tanta era que no podía respirar, cayendo pesadamente al piso.

-¿te crees muy gracioso?- ahora era la venganza de Ray, ya habían sido dos veces que le tiraban un pastel y no estaba feliz, su cara estaba completamente sucia, agarró el jarabe que tenían en el refrigerador para lanzarle a su novio el líquido dentro de este.

Ahora era otro quien reía.

-me las vas a pagar- a penas pronunció esas palabras salió en busca del azabache quien ahora estaba corriendo por la casa lanzando uno que otro insulto.

p i r ó m a n oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora