Chapter 7.

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- ¡Hey! creí qué no vendrías.

- Hola Chaeyoung - saludó Lisa un tanto desganada, mientras tomaba asiento en las gradas.

Se había quedado dormida en la biblioteca, y por ende, se había saltado todas las clases siguientes. El tema con Jennie la estaba estresando de sobremanera, por lo qué, cuando cerró los ojos, para supuestamente relajarse unos minutos, se quedó dormida completamente. Se despertó luego de recibir una llamada de Rosé, toda histérica, porqué iba a ver a Jisoo, y necesitaba hablar con alguien para tranquilizarse aunque sea un poco. Frustrada por la intromicion de su enamorada amiga en su agradable siesta, recordó qué había quedado de ir a ver la práctica de Sehun, así qué no le quedaba tiempo para ir a la cafetería ni siquiera un momento, joder, ya qué estaba justa de tiempo, por lo qué acomodó sus cosas, y sin hacer tanto ruido, sé dirigió al complejo rápidamente.

- Qué cara traes Lisa - soltó una sonora carcajada - te ves realmente mal.

- Gracias Chae.. yo también te quiero - respondió irritada la rubia, dedicándole una sonrisa fingida.

- ¿Y cómo vas con Je.. - no pudo terminar su pregunta, ya qué una mano cubrió su boca, haciéndole obligadamente callar.

- Cierra la puta boca Chae.

- No te preocupes Yeji.. Ya sé qué Rosé les contó todo lo sucedido con Jennie - la rubia reposo sus codos en ambas rodillas, y acunó su rostro entre sus manos.

- Oh.. entonces, supongo qué vendrá hoy a ver a Jackson - indago curiosa ésta vez Yeji.

Lamentablemente para Lisa, Jackson y Sehun han estado en el mismo equipo de baloncesto desde el primer año. Por lo qué cada vez qué venía a una práctica de su chico, era seguro qué vería al riquillo sin cerebro qué tenía por novio Jennie, sin embargo, siempre trataba de evitar cruzarse con ella, por razones más qué obvias.

- Sí, supongo, no lo s... - no pudo terminar de hablar, ya qué al alzar la vista, pudo visualizar a lo lejos para su mala suerte, una escena qué no le fue para nada agradable, más bien, todo lo contrario. Maldición ¿es en serio?.

Jennie, con ambos brazos entrelazados en el cuello de Jackson, mientras éste tenía las manos posadas en su delicada cintura, estaban compartiendo un beso demasiado cariñoso para su gusto, ¿es tan inútil qué necesita de tus besos para jugar bien un puto partido?. Apretó la mandibula, y cerró ambas manos fuertemente, haciendo qué sus nudillos tomarán un color blanquecino bastante intenso. Pero el beso con lenguas de por medio por parte ambos, no fue lo qué terminó de sacarla de si completamente, sino lo qué pasó a continuación. Jackson empezó a masajear los costados de la pelinegra, siguiendo por su espalda baja lentamente, el chico parecía estar disfrutandolo demasiado, hasta qué al parecer, le pareció buena idea bajar una de sus manos hasta una nalga de Jennie, para darle un leve apretón, pero está al sentir ese contacto desagradable, dio un respingo de sorpresa, notablemente irritada. Por la cara qué tenía, Lisa pudo deducir qué no le había gustado para nada la acción del chico, ya qué estaba sonrojada, y con el ceño fruncido, atravesándolo con la mirada. Eso fue suficiente para qué Lisa se parara de una vez, y saliera echando humos, y una qué otra maldición, del lugar, importandole una mierda la practica qué había quedado de ver, e ignorando totalmente los llamados desconsertados de sus amigas.

Se dirigió al baño, y entró a uno de los cubículos, golpeando bruscamente la puerta de éste. Reposo su espalda en ella, y cerró los ojos fuertemente, sentía tanta impotencia de ver a Jennie en brazos de ese imbécil, es un idiota, es un jodido idiota. Seguía maldiciendo por lo bajo a todo el mundo, cuándo de repente escuchó la puerta abrirse, y percibió unos pasos, qué supuso se detuvieron frente al lavamanos.

- Imbécil.. - al escuchar esa voz tan familiar, abrió los ojos cómo platos, sabía perfectamente de quien se trataba. Maldición.. Jennie. Se quedó paralizada, y todo su cuerpo entró en tensión inmediatamente, joder, joder, joder, se repetía una, y otra vez.

Tomó fuerzas, y decidió por fin mirar por la rendija de la puerta, y sí, definitivamente era ella.

- Tienes qué hacerlo Jennie, es lo mejor - la pelinegra estaba teniendo, al parecer, un debate consigo misma frente al espejo.

¿Hacer qué?. Hizo un movimiento rápido, para intentar tener una mejor vista de ella a través de la rendija, pero involuntariamente golpeó la tapa del retrete. Maldición, se quedó inmóvil, al darse cuenta qué Jennie había dejado de hablar, e incluso de emitir cualquier sonido.

- ¿Quién demonios está aquí? - Se acercó al cubículo, del cuál creía haber escuchado el estruendoso ruido.

La rubia seguía completamente paralizada, su cuerpo no reacciónaba, y pudo notar el sudor frío qué provenía de sus manos. Escuchó los pasos de Jennie acercarse, y detenerse justo frente a la puerta, su corazón pareció pararse, y cuándo apenas, y pudo darse cuenta la puerta se abrió de sopetón, y pudo sentir la presencia de Jennie tras suyo.

- ¿Manoban? - parecía incrédula de lo qué estaba viendo, o mejor dicho, de a quién estaba viendo.

Lisa se dio la vuelta lentamente, con ambos ojos fuertemente cerrados.

- Hola Kim - levantó su mano derecha a forma de saludo, mientras le dedicaba una sonrisa avergonzada.

- ¿Qué puta mierda haces aquí? - estaba furiosa, la última persona con la cuál esperaba cruzarse era con esa tailandesa idiota.

- Yo.. Bueno.. E-estaba.. Tú ya sabes - apuntó con su dedo índice el retrete. Tener a Jennie tan cerca, siempre la afecta de maneras inimaginables.

- ¿Me estabas siguiendo?.

- ¿¡Qué?! Claro qué no.

- ¿Ah, no?.

- No.

- ¿Entonces qué mierda hacías aquí escondida? - preguntó la pelinegra, comenzando a acercarse de forma inconsciente, cada vez más a la rubia.

- Ya te lo dije Kim, y no estaba escondida - intentaba sonar segura, para qué así Jennie pudiera comprar sus palabras, sin embargo, se le estaba haciendo difícil con su aroma inundando sus fosas nasales.

- No te creo una puta mierda - presentía qué la rubia la estaba engañando, e iba a presionarla hasta qué le dijera la verdad. Por alguna razón, le generaba cierta curiosidad la idea de qué realmente pudiera estar persiguiendola.

- Pues deberías.

- ¿Ah, sí?.

- Sí - dio un paso más cerca de la pelinegra.

- ¿Por qué? - Jennie terminó de acortar la poca distancia qué quedaba entre ellas.

- Porqué sí - Lisa la miró atentamente, intentando decifrar su intensa mirada.

De tal forma, se atrevió a posar ambas de sus manos en la cintura de la contraria apegandola completamente a ella, sentir su cuerpo amoldándose al suyo la estaba embriagando verdaderamente, sentía crecer un zoológico entero en su interior.

- Idiota - musito Jennie, mientras alzaba sus brazos, para entrelazarlos en el cuello de la rubia.

Parecía ser qué su cuerpo actuaba por su cuenta, su agarré era delicado, diferente. Sentir las manos de Lisa sobre sí, y su cuerpo pegado al suyo, le provocaba un agradable cosquilleo, una sensación qué no había experimentado jamás antes, y qué realmente deseaba qué no acabase.

- ¿Qué es lo qué pretendes Kim?.






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: xXanny__

 It had to be you ; [JENLISA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora