Chapter 2.

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La tailandesa soltó una sonora carcajada y notó la espalda de la pelinegra, ya irritada, tensarse.

- ¿De qué te ríes imbécil? - preguntó Jennie dándose la vuelta, mirando a Lisa con odio.

- De nada, de nada - ésta vez soltó una pequeña risita, mientras sacaba un cigarro del bolsillo de su chaqueta, junto con un encendedor color verde.

- ¿En serio vas a ponerte a fumar aquí? - Jennie se llevó una mano a la sien para frotarsela, no creyendo lo fácil qué llegaba a estresarla esa tailandesa tonta.

- ¿Eres ciega ahora? - levantó una ceja y sonrió de lado al ver cómo la pelinegra rodaba los ojos fastidiada.

- Tan desagradable - se dio la vuelta nuevamente y fijó su vista en el móvil.

Jennie y Lisa se han llevado mal desde el segundo año de secundaria para ser específicos. Lo qué al principio parecía ser el comienzo de una, no sólo bonita, sino qué duradera amistad, se fue al carajo cuándo Lisa al parecer decidió qué Jennie ya no era una persona de su agrado. Pasó de darle los buenos días todas las mañanas, ayudarle con tarea de química, ya qué era realmente mala, de visitarla todas las tardes, para hablar de chicos, mientras miraban algunas películas y comían palomitas, de incluso llevarle la mochila hasta el estacionamiento a la salida del Instituto, a tratarla cómo una total desconocida, la dejó de lado completamente, había veces qué siquiera la miraba, y cada vez qué le dirigía la palabra, era para soltarte algún insulto acerca de Jackson, qué según ella era un "riquillo sin cerebro".

Un tiempo después, se enteró qué estaba saliendo con un tal Sehun, qué era cómo la versión masculina de Lisa, y a diferencia de la rubia, parecía no importarle su relación, ya qué cómo había dicho Jennie anteriormente, se pasaba mirando los atributos de las demás chicas.

Luego de estar un rato lanzándose una qué otra mirada fugaz la una a la otra, empezaron a llegar los estudiantes a los cuáles también les tocaba clase de física, junto con el profesor, Seok Jin.

- Buenos días estudiantes - saludó el profesor con un semblante bastante serio, lo usual - ¿Hicieron la tarea qué deje encargada? - sí, así era Seok Jin, claro y directo.

Se escucharon bufidos y murmullos por parte de todos los estudiantes, e incluso bollitos de papel salían volando y terminaban impactando en la espalda del profesor qué estaba intentando escribir en la pizarra, vale aclarar qué varios se comieron un reporte esa mañana.

Al pasar aproximadamente cincuenta  minutos, Jennie pidió un pase para ir al baño, necesitaba remojarse la cara, y salir unos minutos de allí, el profesor Seok era realmente de su agrado, pero sus clases siempre se tornaban un tanto aburridas, y terminaba buscando cualquier excusa para salir huyendo.

Llegó al baño, y lo primero qué hizo fue verse al espejo, joder, qué mal me veo, pensó, mientras sé remojaba el rostro e intentaba peinar su cabello un tanto desordenado. Estaba tan concentrada en ello, qué no escuchó a alguien ingresar al baño, hasta qué una voz y un rostro demasiado conocidos se hicieron notar.

- ¿Acaso estás siguiendome Manoban? - preguntó la pelinegra, mientras se cruzaba de brazos y levantaba ambas cejas.

- ¡Ja!. Ya quisieras Kim - la rubia se terminó de arreglar su cabello, y se sentó sobre el lavamanos, mientras sacaba de su bolsillo un cigarro.

- Joder ¿Vas a ponerte a fumar otra vez?. Acaso no sabes lo perjudicial  qué es para tu salud? - Jennie no podía creer lo despreocupada qué lucía la rubia.

- Gracias por preocuparte por mí Kim, pero es mi cuerpo, por lo tanto yo decido qué hacer con él - dijo Lisa mientras le dedicaba una sonrisa de lado y lanzaba el humo del cigarro por la nariz.

- Ugh, cómo quieras. Y no me preocupo por ti, no te equivoques, me da igual lo qué hagas o no con tu cuerpo o con tu vida en general.

Le dio unos últimos retoques a su cabello, y dio medía vuelta dispuesta a salir de allí, cuando la voz de la rubia la detuvo.

- ¿Segura Kim? - Lisa le daba una última fumada a su cigarro para apagarlo, y mirar a Jennie atentamente.

- ¿Qué? - la pelinegra levantó una ceja en señal de confusión, esa rubia podía llegar a ser tan rara algunas veces.

- ¿Estás segura de qué no te importa mi vida, o lo qué haga con ella? - Lisa se iba acercando lentamente, y Jennie por instinto se iba alejando.

- Por supuesto. ¿Por qué me importaría? - la rubia iba acercándose cada vez más, hasta quedar a centímetros de su rostro, dejando a la pelinegra totalmente confundida.

- Ajá - de un movimiento, acorralo a Jennie contra el lavamanos, colocando sus manos a ambos lados del cuerpo de la pelinegra - Ahora dime, ¿Estás segura?.

Jennie estaba en completo estado de estupefacción. Esa tailandesa estúpida la estaba provocando, e incluso se había atrevido a tocarla, a ella, con sus sucias manos.

- ¿Qué te pasa idiota?. Muévete - inmediatamente intentó apartar a Lisa con ambas manos, pero ésta presionó más su cuerpo sobre el suyo.

- Responde Kim - acercó su rostro al de Jennie, quedando a escasos centímetros de él.

- Sí - respondió, enfocando su vista en los bonitos y expresivos ojos  de la rubia.

Pero lo qué pasaría a continuación, no sé lo esperaba. Lisa sonrió de lado de forma arrogante, y empezó a acercar peligrosamente, aún más, su rostro al de Jennie, rozando ambas narices, ésta podía sentir la respiración de la rubia rosarle la mejilla, mezclándose con la suya, volviéndose una sola. Jennie estaba en shock, no podía creer lo qué estaba sucediendo, nunca había tenido a Lisa tan cerca, ni siquiera cuando aún eran amigas, pero por alguna extraña razón, no le desagrabadaba en lo absoluto. Cerró los ojos, y entre abrió los labios, sin saber bien porqué, esperando quizás.. ¿un beso?, sin embargo, eso no fue lo qué obtuvo. De repente dejó de sentir la respiración de Lisa sobre su rostro, y el peso de su cuerpo sobre el suyo desapareció, obligadamente abrió los ojos, y al hacerlo se encontró con la mirada de Lisa fija en ella, pero poseía un brillo triste, tenía el rostro cómo afligido, e incluso tenía sus mejillas teñidas de un color rosita, tan linda, pensó Jennie por esto último, y asustandose, al mismo tiempo, por ése último pensamiento.

Se quedaron de tal forma segundos, o minutos quizás, sin decir nada, simplemente ambas con la mirada puesta en la otra. La rubia fue la primera en romper el momento, cerrando los ojos con fuerza, y apartandose bruscamente de Jennie.

- Yo.. Yo.. Yo.. lo.. lo siento.

Se dio medía vuelta y salió casi corriendo del lugar, dejando a una Jennie por desmayarse, confundida, y quizás ¿decepcionada? por ese beso qué nunca ocurrió. Jennie ¿Acaso estabas esperando a qué te besara? o peor ¿querías qué lo hiciera? joder, ¿qué estoy pensando?, por dios, se remojo la cara nuevamente, y luego de salir del estado de estupefacción en el qué esa rubia idiota la había dejado, se marchó del lugar, aún sin ser capaz de procesar por completo lo qué había sucedido.

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: xXanny__

 It had to be you ; [JENLISA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora