Chapter 10.

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Lisa no daba crédito a lo qué estaba sucediendo. Jennie había terminado de acortar la poca distancia qué quedaba entre ellas, uniéndo ambos labios. Notaba qué un mar de sensaciones, más qué agradable, la invadía, impidiendole pensar con claridad. Había estado esperando este momento por tanto tiempo qué ya había perdido la cuenta. Se encontraba completamente fascinada por la forma en la cual Jennie movía sus labios, acariciando con tal suavidad los suyos, y entrelazando, incluso, ambas lenguas. Su sabor era realmente exquisito, adictivo, nunca había probado nada igual, sabía a fresas y un toque de menta, una interesante combinación, pero qué sabía jodidamente bien.

Y en el momento en el cuál Jennie comenzó a acariciar el cuello de Lisa y a enrredar sus delicados dedos en su cabello tirando de el suavemente, la rubia percibió cómo su respiración terminaba de descompasarse y cómo su cuerpo anhelaba cada vez más contacto de esa hermosa pelinegra, posando así, ambas manos en la cintura de ésta presionando levemente el área, para no llegar a hacerle daño. La rubia se atrevió entonces, a morder levemente el labio inferior de Jennie, para luego tirarlo con suavidad y al escuchar el pequeño jadeo qué dejo ir ésta, su corazon dio un brinco y supo qué había tomado la mejor decisión del universo.

Jennie la estaba volviendo loca, su toque era de ensueño, mucho mejor de lo qué alguna vez hubiera imaginado. Su piel.. su piel era tan cálida y suave, el simple hecho de imaginar a sus propios labios recorriendo esa magnífica piel, hacia que su cuerpo subiera notablemente de temperatura y qué se reprochara a sí misma por esos pensamientos, para ella, más qué indebidos.

El rítmico sonido de unos tacones asomandose alertó a ambas chicas. Al parecer se les había olvidado el hecho de qué estaban a plena vista de cualquiera qué pasase por allí, incluyendo la de la secretaria.

La primera en alejarse bruscamente, con la respiración notoriamente  agitada y las mejillas fuertemente sonrojadas, fue Jennie.

Mantuvieron entonces, la mirada fija la una en la otra durante algunos segundos, intentando descifrar lo qué acababa de ocurrir, hasta qué la secretaria hizo notar su presencia con un carraspeo, lo que hizo qué ambas desviaran su atención hacía ella.

- El director las recibirá en unos minutos, ¿Entendido?.

- Sí - pronunciaron al unísono y sin titubear, aún afectadas por lo sucedido hace un momento.

Posteriormente a una extensa charla con el director, discretas miradas qué sé lanzaban la una a la otra durante ésta y un sin fin de preguntas sin responder por parte de ambas, se separaron cada una por su lado.

No hace falta aclarar qué las siguientes clases fueron de lo más tediosas y vastas. Tanto Lisa cómo Jennie tenían la cabeza por las nubes. Luego de lo sucedido, les había sido imposible poder concentrarse. Sus mentes repetían una y otra vez la escena del beso y lo agradable y placentero qué fue para ambas.

- Jen.. ¿Estás bien? - se atrevió a preguntar Jisoo. Desde qué habían puesto un pié en la cafetería, había notado a Jennie un tanto distraída, por no decir muy.

- Me bese con Lisa - soltó sin más la pelinegra, arrepintiendose al instante al ver cómo su amiga se ahogaba con un trozo de su sándwich.

- ¿Qué.. ¡¡Qué cosa!!? - logró articular, tomando un gran sorbo de agua, era demasiado para procesar - ¿Tu.. y.. y.. y Lisa?.

- Sí Chu. Lisa y yo nos besamos - reposo su cuerpo en el respaldo de la silla y cerró los ojos, dejando ir un suspiro.

- Pero, ¿Cuándo.. Cómo? - preguntó la pelirroja, siendo invadida por la curiosidad.

- Estábamos en la clase de geografía con Kwon Jiyong - al tener los ojos cerrados, no pudo ver la cara de desagrado qué puso Jisoo al escuchar ese nombre, el profesor no se caracterizaba exactamente por su simpatía - y pues.. nos mando a dirección, a ambas.

 It had to be you ; [JENLISA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora