Chapter 11.

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- Bueno.. ¿De qué querías hablar? - Jennie estaba de pie en la biblioteca esperando una respuesta por parte de Lisa qué apasiguara su incertidumbre de una buena vez.

- Quería disculparme por lo qué pasó - al escuchar eso, sintió cómo sí le hubieran lanzado un balde de agua fría con cubitos de hielo incluso, ¿Estará arrepentida del beso?.

- ¿A qué te refieres Manoban? - pretendía parecer indiferente a la situación mientras buscaba algunos libros en los estantes llenos de polvo.

- Tú sabes Kim.. Al be-beso - agachó tímidamente la cabeza, sintiendo un leve calor subir a sus mejillas. ¿Por qué lo haces tan difícil Kim?.

- Ah pues.. está bien, supongo - joder, está arrepentida, ¿por qué te sientes tan decepcionada Jennie?, siquiera tendría qué importarte, ¡joder!

- Bueno, era sólo eso..hasta luego Jen - ¿¡Jen!? ¿es en serio Lisa? no.. si de verdad eres idiota- ¡Jennie! quise decir Je-jennie - intento corregirse rápidamente.

- ¿Por qué estás tan nerviosa Manoban? - Jennie dejó por fin lo qué estaba haciendo y miró fijamente a Lisa, arqueando una ceja, sonriendole ladinamente.

- No-no estoy nerviosa Kim - no disimulas una puta mierda Lisa. Por instinto retrocedió unos centímetros, pasando un pequeño cúmulo de saliva por su garganta, notablemente incómoda.

- ¿Segura Lisa? - se acercó un poco más, hasta quedar a escasos centímetros del cuerpo de la rubia. Sonrió maliciosamente y se aproximó de forma lenta al oído de ésta para susurrarle un sensual y prácticamente inaudible para los demás en la biblioteca - porqué para mí estás más qué nerviosa, ¿O me equivoco?.

Seguidamente, le mordió levemente el lóbulo de la oreja y pudo percibir cómo ésta aguantaba la respiración, incrédula. Vamos Lisa, aceptalo.

- Qué.. ¿Qué estás haciendo Kim? - preguntó totalmente desconcertada, Lisa. Esa simple acción por parte de la pelinegra le había evocado escalofríos y hecho qué cada centímetro de su piel se erizara por completo, un pequeño rubor cubría sus mejillas.  joder Jennie, ¿Por qué me haces esto?.

- ¿Yo? Nada Manoban - respondió inocentemente ladeando ligeramente la cabeza, sus labios formaban un divertido puchero, sin embargo, el toque de picardía presente en sus ojos, no pasó desapercibido por la rubia.

¿Quieres jugar? Pues vamos a jugar Kim.

- ¿Segura Kim? - se había atrevido a posar una de sus manos en la diminuta cintura de la contraria, haciendo círculos en la zona y pudo notar un pequeño temblor por parte de ésta. Se iba acercando pausadamente a su oído para reperir su acción, noto cómo se tensaba y cerraba los ojos fuertemente y sonrió satisfecha ante eso, ¿No qué querías jugar Kim?.

El ruido de algún objeto impactando duramente contra el suelo alertó a ambas. Sé separaron rápidamente y mantuvieron la vista firme en la otra durante algunos segundos, o minutos quizás. ¿Qué carajos había pasado?, se preguntaban ambas desconsertadas. Jennie fue la primera en romper el combate de miradas, guardando torpemente los libros qué necesitaba en su mochila. Estaba impaciente por salir de allí, comenzaba a sentirse agobiada y ansiosa y eso no le gustaba para nada, por lo qué una vez terminado lo qué estaba haciendo, se fue practicamente huyendo del lugar, sin siquiera propinarle unas palabras de despedida o lo qué fuera a la rubia, qué seguía parada allí con la vista en el suelo, cómo si hubiera algo demasiado interesante qué ver.

Se sentó de piernas cruzadas en el frío piso, importandole muy poco la suciedad qué podria portar éste. Sé llevo las manos a la cabeza, tirando un tanto fuerte de sus cabellos, reprochandose su accionar hace algunos minutos. Soy una idiota.

 It had to be you ; [JENLISA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora