1- ¿Y?

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Wei Sizhui sí recordaba el día en que recibió su nombre de cortesía. Fueron varias comidas pagadas por Hanguang-jun y animados debates entre éste y su padre los que llevaron a ese resultado. Al final decidieron juntos pero quien propuso el nombre fue Lan Wangji. A Sizhui no le molestó, claro que no. Su padre era terrible con los nombres de todas formas.

Tal como le había adelantado Wei Wuxian, el mundo estaba aterrado de Sizhui. Cuando comenzaron los rumores del hijo del Patriarca de Yiling muchos habían supuesto que era en parte un Wen, cosa que parecía vencer el propósito de la adopción. Sin embargo no pasó mucho tiempo antes de que historias más increíbles comenzaran a surgir.

"¡La madre es una de las tantas esclavas sexuales que el Patriarca tiene cautivas!"

"¡Escuché que la ilustre hija de un importante clan fue forzada a engendrar a esa criatura!"

"¿De qué estás hablando? ¡Fue una cultivadora quien le dio a luz! ¡Ese bastardo de Wei Wuxian buscó a una mujer poderosa para asegurarse de que su hijo fuera aún más fuerte que él! ¡De verdad quiere hundir al mundo entero en el caos!"

"No hubo tal cosa como una madre ¡Te estoy diciendo! Ese niño surgió de la oscuridad misma, mediante un ritual prohibido ¡Es maldad pura, no hay esperanza para nadie!"

"Espera ¿estás diciendo que tuvo a ese niño por su cuenta? Eso es un poco..."

Eventualmente Sizhui dejó de prestar atención a los rumores por el bien de su propia salud mental. Al menos su padre los encontraba chistosos, aunque era el único.

Mientras tanto su cultivación mejoraba a pasos agigantados. Una vez que comenzó a recibir instrucción formal se descubrió que el potencial de Wei Sizhui era enorme y con la ayuda del Patriarca de Yiling Wei Wuxian, la mejor médica de su generación Wen Qing y el afamado Segundo Hermano de Jade Lan Wangji, éste no era desperdiciado. Wei Sizhui era extremadamente afortunado.

...

Bueno, había algunas excepciones, por ejemplo en ese momento tenía el filo de una espada en el cuello, un enorme precipicio bajo sus pies, una niña pequeña en su brazo derecho y una liana en su mano izquierda, la única cosa que evitaba que se precipitaran hacia abajo. Sería un excelente momento para tener su espada lista, era una pena que ésta era la que estaba a unos centímetros de hundirse en su piel. El hombre que se la había robado durante su apuro por evitar que la niña cayera al precipicio temblaba y sudaba con una sonrisa retorcida en el rostro.

—¡Esta es "esa" espada! ¡Lo sabía! ¡Eres el hijo del Patriarca!

Sizhui atesoraba de todo corazón la espada que su padre le obsequió pero quizá el nombre tan peculiar de Suibian le jugaba en contra. Era demasiado fácil de reconocer.

—¡Al menos recibe a la niña! —Sizhui no tenía tiempo ni tampoco ganas de usar las formalidades que correspondían. No creía que faltara mucho para que le encajaran esa espada en la yugular.

—¡Seguro estás planeando algo raro! ¡Estoy seguro de que en cuanto baje la guardia usarás algún truco malvado! —el hombre no estaba dispuesto a negociar, eso era seguro.

Esta era una de las pocas cacerías nocturnas a la que le habían dejado asistir sin compañía, por supuesto que ésta era aquella en la que lo atrapaban en una situación de vida o muerte. Sizhui consideró sus opciones tan rápido como pudo. Si ni su padre ni su tío estaban cerca, sólo podía contar con la ayuda de algún cadáver. Sin embargo su flauta estaba en el cinto y sus manos estaban ocupadas. Podía arrojar a la niña para que cayera al lado de aquel hombre, no era ni un metro por encima de donde estaba Sizhui. No obstante una vez que lo hiciera seguro no tardaría mucho en recibir una puñalada. Aun con la distracción no había tiempo para que un cadáver llegara a rescatarlo. La otra opción era soltarse y tratar de ingeniárselas sin espada pero...

❝Quiero vestir de rojo contigo❞ || Zhuiyi (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora