❝Quiero vestir de rojo contigo❞ || Zhuiyi (MDZS)

9- Te veré en la mañana

El resto de la cena fue tan agradable como imaginó que sería, Lan Jingyi encajaba perfectamente entre su familia. Los discípulos de YilingWei mientras tanto aun lo miraban con desconfianza pero se relajaron un poco en cuanto vieron a Jingyi volcarse media fuente de salsa encima.

—¡No puedes castigarlo, Lan Zhan! ¡No estamos en el Receso de las Nubes! —había dicho su padre entre carcajadas mientras los Wen se apresuraban en ofrecerle pañuelos a Lan Jingyi para limpiar su túnica.

Para cuando Sizhui comenzó a escoltar a Jingyi a su habitación ya era bastante tarde. El joven Lan tenía una expresión cansada pero aún estaba sonriendo. Wei Sizhui podría quedarse mirando la felicidad reflejada en sus ojos toda la noche pero se tuvo que contentar con robar algunos vistazos rápidos mientras hablaban.

—¿Te levantarás a las cinco? Aquí no hay necesidad, las clases empiezan un par de horas más tarde que en el Receso de las Nubes—explicaba con las manos detrás de su espalda.

—No puedo hacer nada contra mi cuerpo, me levanto a esa hora quiera o no —Lan Jingyi no podía siquiera lucir frustrado al respecto, estaba ocupando moviendo su cabeza en todas las direcciones para admirar los paisajes de los Túmulos Funerarios—. Supongo que tendré que pensar que haré durante ese tiempo.

—Entonces yo también me despertaré a esa hora.

—No es necesario...

—Por supuesto que sí, eres nuestro valioso invitado y también mi amigo —replicó Wei Sizhui con la voz suave.

Lan Jingyi no tuvo más objeciones.

El resto de la caminata a los dormitorios fue ocupada con charla amena referente a la cena, a algunos de los familiares de Sizhui y a la ocasional edificación que encontraban en el camino. Wei Sizhui se sintió casi triste cuando llegaron a su destino pues sería el final de sus interacciones por el día.

—Sizhui, pasa, hay algo que quiero darte —Lan Jingyi le pidió con una sonrisa que Sizhui no podía ignorar. Sentía un poco de curiosidad también por lo que asintió con la cabeza y cerró la puerta después de pasar a la habitación de Jingyi.

Su amigo rebuscó entre las pocas pertenencias que había dejado sobre su cama apenas llegó y levantó una bolsita de tela que Sizhui reconoció como una de aquellas bolsas Qiankun capaces de guardar objetos mucho más grandes que lo que su tamaño sugeriría.

—¡Acércate, Sizhui! —pidió el entusiasta Lan. Sizhui se dio cuenta de que se había plantado en la entrada de la habitación por lo que caminó hasta quedar frente a la cama donde Jingyi estaba sentado. Nuevamente su amigo insistió para que acercara más dándole unas palmadas al espacio a su lado en la cama. A juzgar por su expresión estaba muy entusiasmado.

Wei Sizhui mientras tanto estaba teniendo una crisis silenciosa por culpa de su imaginación que al parecer se había vuelto demasiado hiperactiva. Quizá debería aumentar su tiempo de meditación.

Finalmente se sentó junto a Lan Jingyi y por fin éste estuvo satisfecho y procedió a desatar el hilo que mantenía la bolsita Qiankun cerrada. De su interior levemente resplandeciente sacó una caja de madera alargada de un tamaño mediano. El exterior tenía algunos tallados, en especial la tapa en la que Sizhui notó con gran sorpresa el símbolo del clan YilingWei. Le dirigió una mirada llena de confusión a su amigo quien en respuesta sólo rió.

—¡Un regalo personalizado tiene más valor!

Con estas simples palabras le ofreció la caja a Wei Sizhui. Tras una pausa Wei Sizhui extendió sus manos para aceptarlo.

—Jingyi, no sé qué decir...

—¡Claro que no vas a saber si no lo has abierto todavía!

Lan Jingyi parecía el más entusiasmado en ese momento a pesar de ser Wei Sizhui el que acababa de recibir un obsequio y la ironía le causó una pequeña risa al heredero de YilingWei.