The Last Rebuild - Primer Arco: Infancia Dura

Capítulo IX: Dolor II

Nota Inicial:

–Diálogo Normal–

–Diálogo personaje no presente físicamente oPensamiento– Ejemplo: alguien a través de un teléfono, radio o pantalla. 

–*Pensamientode un personaje en medio de un diálogo o de la narración*– No es igual a undiálogo de pensamientos.

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Llegaron a un edificio gris con una gran compuerta de metal dividida en dos, en la mitad izquierda una letra mayúscula, en la división un guion y en la otra mitad un número que identificaba el acceso, en este caso era el F-5. Había unos tres guardias custodiando y al acercarse a ellos, Yui exhibió su identificación y los hombres abrieron la compuerta que se replegó hacia los lados, detrás de la misma e inmediatamente, había otra que se abrió hacia arriba y abajo.

Tras las compuertas se podía apreciar un pasillo de unos 10 metros de largo completamente de metal, con luces en el techo que se encendieron cuando las compuertas terminaron de replegarse. Al final, se veía otro juego de compuertas, las cuales comenzaron a abrirse cuando la camioneta estaba a mitad de camino. Se podía ver una plataforma como la de los talleres mecánicos con anclajes para las ruedas de los vehículos, a cada lado de esta, había unas barreras de contención con rayas negras y amarillas de unos 50 cm de alto. Sobre dicho armazón, claramente cabría una camioneta de carga.

Cuando la camioneta se posicionó sobre la plataforma, la trigueña detuvo el motor y los anclajes se ajustaron a los neumáticos. A la derecha del vehículo, se veían otras dos plataformas hacia arriba en distintos niveles, seguido de estas, un espacio vacío con la unión entre el techo y las paredes. Todo era de metal, a la izquierda se veía una cantidad innumerable de plataformas que descendían por un pasillo bastante oscuro, cada tanto a cada lado, luces de tubo lo iluminaban, muy a lo lejos se lograba ver un punto de luz.

Unos momentos después de que la camioneta se detuvo y se accionaron los anclajes, comenzó el descenso lateral. Este inició lento y poco a poco llegó a alcanzar la velocidad de vagón un de tren, continuando así durante poco más de un minuto. Pronto, atravesaron la luz que se veía al final, la cual, se fue haciendo cada vez más grande a medida que se acercaban. Los niños parpadearon por un instante, ante el drástico cambio de iluminación cuando salieron del túnel al Geo-Front.

Este era mucho más grande que la ciudad en la superficie, frente a ellos, los pequeños vieron lo que parecía ser el horizonte, ya que la cúpula imitaba el cielo en el exterior. Lo que la diferenciaba, eran los edificios en la parte superior que crecían hacia abajo como si fueran raíces, aquí habían venido después de replegarse. En el fondo se apreciaba un paisaje casi completamente natural. La tierra prácticamente cubierta por árboles, como si fuera un bosque. En el centro se distinguían, una pirámide negra unida a una invertida llena de agua, a la izquierda, un gran lago que cubría poco menos de la mitad de la superficie, se podían ver algunas colinas y montañas.

–¡Sorprendente! –dijeron los niños al unísono ante la magnífica vista, completamente shockeados.

–Este es el Geo-Front. ¡Sean bienvenidos! –anunció Yui con una amplia sonrisa.

–En aquella pirámide está el laboratorio. –indicó la ojiturquesa.

–¡Es increíble! No parece que estuviéramos bajo tierra. –comentó la niña muy sorprendida.

–Es más grande que la ciudad. –agregó su novio con incredulidad.

Los dos pequeños se desabrocharon el cinturón de seguridad, para poder apoyarse en los respaldos de los asientos delanteros y ver mejor la magnífica vista del Geo-Front.