The Last Rebuild - Primer Arco: Infancia Dura

Capítulo VIII: Tutoría

Mientras los niños dormían, Mari y Yui se sentaron en la mesa del jardín frente a la piscina. Ambas estuvieron repasando las notas de la mayor y decidiendo el curso de acción de cómo llevarían adelante las modificaciones previas a la activación de la Unidad 01, derivadas de la experiencia obtenida con la Unidad 02. Viendo las notas, la más joven notó el inconveniente principal del retraso en la activación del Eva 02, la carencia de un alma, también se dio cuenta de por qué Kyoko perdió la razón. Al asegurarse que los niños no estaban cerca lo discutió con su senpai:

–Bueno, ya he releído tus notas dos veces y no logro encontrar cómo solucionaste el inconveniente del alma de la Unidad 02. –señaló con suspicacia– ¿Qué fue lo que tú y Kyoko hicieron?

Yui había olvidado inventar algo en sus notas para justificar eso, dudó por un momento antes de decidir una excusa para que su discípula no sospechara ni se preocupara.

–Eso fue gracias al aumento del voltaje durante la activación. –respondió la mujer dado que en parte era verdad.

–Mmm, pero según tus notas y mis propios conocimientos, eso provocaría una fuerte inestabilidad en el piloto. –indicó Mari señalando las notas– Y por lo que puedo ver aquí, afectaría la unión entre su cuerpo y alma.

–Oh, pero eso lo contrarrestamos gracias al Plug Suit. –dijo Yui lo primero que le vino a la mente.

–Bueno. ¡Suficiente! –exclamó la joven, ya no quería seguir con este juego o de lo contrario los niños podrían volver de su siesta– Ya sé que me estas mintiendo, si planeas que te ayude, debes confiar en mí y decirme realmente lo que pasó con Kyoko. De otro modo me veré obligada a hablar con Gendo y decirle que cancele la activación de las unidades 00 y 01 –terminó concluyendo con fastidio y severidad tanto en su rostro como en su voz.

–De acuerdo tú ganas. –anunció con resignación– Debí saber que lo descubrirías, aunque esperaba que ya fuera tarde, para cuando el momento llegara.

A pesar de que sabía que en algún momento debería decirle la verdad, ya que tenía la intención de confiarle las cartas destinadas a los niños. Yui pensó, que al menos podría retrasarlo, hasta que los preparativos para la activación de la Unidad 01 estuvieran terminados. Al ser descubierta no tuvo más remedio que decirle la verdad a su discípula y procedió a contarle todo. Primero le dijo que tanto ella como Kyoko, ya tenían decidido confiar en Shinji y Asuka, para que fueran los pilotos de las Unidades 01 y 02 respectivamente. Segundo, como gracias a una inocente pregunta del niño, llegaron a la conclusión de que el Eva no se movería, ni se podría sincronizar con el piloto si no tenía un alma.

Yui le explicó a la joven que la idea original era que el piloto compartiera su alma con el Eva durante la sincronización, ya que no encontraron otra forma de darle un alma. Dado que no podían volver a la etapa de construcción del Eva desde cero, por eso, ellas mismas iban a ser los pilotos de prueba, para garantizar que fuera un procedimiento seguro para los niños. Sin embargo, al realizar la primera activación exitosa con la Unidad 02 descubrieron que no lo sería, ni siquiera para un adulto, fue una difícil decisión, pero acordaron, que con todo lo que está en juego, ellas se sacrificarían por sus hijos y la humanidad.

Al concluir el relato de la trigueña, la cara de Mari se tornó pálida, ella sabía que Yui les estaba ocultando algo a ella y a Gendo, pero no pensó que fuera tan serio. Se quedó en silencio pensando qué decir y pudo ver con facilidad que, si no encontraban otra alternativa, no había forma de que su senpai se retractara. También sabía que, al haber confiado en ella, no tendría más alternativa que ayudarla. Estaba entre la espada y la pared, si no la ayudaba la estaría traicionando y el sacrificio de Kyoko podría haber sido en vano. Pero si, por el contrario, la ayudaba, era casi un hecho, que estaría colaborando en su muerte.