VIII

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Chapter8:-

-¿Para qué pedisteis que viniera? Estaba haciendo limpieza.-dijo al cerrar la puerta.

-Ayer no pudimos hablar de algo importante.

-No sé a que te refieres, tú y yo no tenemos nada de que hablar, ni mucho menos en común.

-¿Olvidais a nuestro hijo?

-No es tuyo, sino de Chanyeol, ya te lo había comentado anteriormente. Si no tienes nada más que decir, me marchó.-colocó la mano en la manilla, pero le bastó un segundo para quedar frente al castaño. Jimin la miraba fijamente casi devorándola con sus oscuros ojos.

-Llegó información sobre tu caso.-Rosé paso por su lado y tomo asiento frente al escritorio. Él castaño se colocó tras ella y colocó ambas manos en sus hombros, haciendo presión.
-Has actuado muy rebelde mente este último tiempo, ¿quieres que te castigue? .-cuestionó mordiéndole él lóbulo, provocado que ella jadeara ante la acción.

-M-me tengo que ir.-susurró audible mente. Se incorporó empujándolo levemente, haciendo que Jimin riera ante su acción tan infantil.
-Jimin, dejarme salir ahora.

-No.

-Gritaré si no lo haces.-amenazó severamente.

-Lo único que gritarás, será de placer mientras te hago él amor.

🌹

Días después...

-Hola hermosa.-saludó Chanyeol a través del cristal.-Te miráis hermosa.-Rosé sonrió avergonzada.-¿Cómo está nuestro hijo?

-Bien, la doctora dice que es un bebé fuerte y que su desarrollo es normal.

-¿Cuándo sabrás su sexo?

-En un par de semanas, no estoy segura aún.

-Prometo cuidarlo mientras está él juicio.

-¿Entonces, ya no me respaldarás?

-Lo siento, ahora que seré padre, quiero estar al cien por ciento encargado de él.

-Pe-pero... .-dijo con nerviosismo.-Chanyeol, eres él único que lleva información del caso.

-Conseguiré otro abogado, no te preocupes. Todo saldrá bien, estoy seguro.

Rosé desvío la mirada encontrándose con los ojos de Jimin, quien la miraba arrogantemente.
Acarició su vientre y colocó sus marrones ojos en su “novio”, éste le sonreía y hablaba acerca del bebé.

Estoy muerta

🌹

-Tenemos que hablar.

-Ahora no puedo.-respondió dándole la espalda.-Estoy ocupada.

-Soy él jefe de esta prisión, sabés muy bien que puedo hacerte daño.-dijo entre dientes.

-Qué.-lo encaró mirándolo a los ojos.-¿Le harás daño a tu propio hijo? Eso me encantaría verlo.-sonrió burlona y se limpió las manos con un trapo de la cocina dándole la espalda.

-Oye.-le llamó tomándola fuertemente del brazo.

-¡Ya sueltame! .-se soltó del agarre y lo encaró con ojos furiosos.-No quiero que me toques, ¡me das asco! .-gimoteo con lágrimas en sus mejillas mientras  retrocedía.-Abusaste de mi las veces que quisiste, y ahora estoy esperando un hijo tuyo, ¡qué más quieres de mí, qué!

𝐎𝐁𝐄𝐃𝐄𝐂𝐄 𝐌𝐈𝐒 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀𝐒 + JiRoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora