La acusaron de un crimen que ella no cometió.
Fue condenada siendo inocente, y ahora tendrá que pagar caro sus actos.
Soy Park Jimin. El jefe de ésta prisión.
-Mi sentencia sobré la ciudadana, Park Chaeyoung; es de un año de encarcelamiento.-dictaminó el Juez.
-¡Esperen! ¡Yo no he hecho nada! ¡Soy inocente!
🌹
-¡Saluden!
Pasos duros y demandantes se escucharon antes de que la puerta principal se abriera. Frente a ella había un hombre bien vestido, fornido y de semblante serió.
-Soy Park Jimin. El guardia jefe encargado de toda la seguridad aquí.
-Y-yo... Yo soy inocente.
-Es lo que todos dicen.-sonrió arrogantemente.-Reclusa 3070. Así es como serás conocida aquí. Responde.
-Sí.
-A partir de hoy, serás mi responsabilidad. No puedes negarte a lo que yo diga, al menos no hasta que salgáis de aquí, ¿entendido? . Responde.
-Sí.
🌹
-Dejennos a solas.-demandó fuerte.
La puerta se cerró, dejándolos en una iluminada habitación.
-Por favor... .-balbuceó.-S-soy inocente.
Lo escuchó carcajear para después detenerse.
-Desnúdate.
Ella levantó la mirada horrorizada.
-¿Q-qué? No.-se negó.-No lo haré, no quiero.
El hombre se acercó a ella tomándola del mentón obligándola a mirarlo fijamente.
-¿Dijiste “no”? .-sonrió ladidamente, asustándola.-Desdé el día de hoy serás mi perro y harás lo que yo te diga, ¿entendido? .-la menor lo miraba con miedo.-Responde.
-S-sí.
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