9° Capítulo

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Ojos miel atravesaron su alma.

Como una imagen repetitiva y constante vió como todos sus sentidos fueron abrumados por aquel perfecto cuadro, ese digno de admirar, delirios afiebrados se desataron en el pobre príncipe.

Como si la belleza ya no fuera lo suficientemente perfecta, fue que los ojos del alfa vieron aquel ser lleno de virtudes, porque comparado con ese término, el concepto belleza perdía el sentido.

ByeongKwan era capaz de eso, de invadir y hacer cosas imposibles, de quitarle el sentido a todo.

Lo veía allí, de pie a unos pasos de distancia, solo el aire incorpóreo los separaba, sus manos nerviosas delante de su frágil cuerpo... Su piel parecía brillar a la luz de las velas y la suave luz que entraba por el gran ventanal de su aposento

Sus ojos parecían gritar jovialidad y vida, sus labios rosados y húmedos lo llamaban, le invitaban a una suave danza, una que solo ambos podían gozar, roces tibios e íntimos.

Y los ojos oscuros, negros y posesivos estremecieron el cuerpo del omega, ojos cedientos de él, lo pudo sentir, lo pudo apreciar cuando con el sonido de la puerta cerrarse a sus espaldas, él se acercó peligrosamente, acechando su espacio.

— Estás aquí— Susurró tan cerca.

Era muy pronto, o muy tarde, no lo tenía claro, SehYoon estaba perdiendo el sentido, podía sentir al omega tan cerca, su aroma llenando el lugar, su calor lo sentía tan vibrante en su piel.

En sus planes estaba abrazarlo, convivir sin miedo, pero ahora... Ahora que lo tenía allí a disposición, su lobo aullaba por acorralarlo, por besarlo desesperadamente, por acariciar su piel no solo en tímidos toques, quería marcar cada parte de él, necesitaba con fiereza dominar y someterlo de una manera placentera... Conocer a fondo la profundidad de su cuerpo, encontrar su hogar, reconocerlo, hacerlo completamente suyo.

Solo el pensar en ello hacía que su hombría despertara.

Sus ojos habían cambiado, desde la alegría a la lujuria en un par de minutos. Sabía que su control era poco.

Sabía que no aguantaría mucho antes de reclamarlo.

Byeongkwan trataba de mantenerse en pie, trataba de controlar su impulso de lanzarse a los brazos del alfa y llenarse de su intenso aroma, SehYoon comenzaba a desprender feromonas, lo estaba seduciendo de una cruel forma, sus piernas cosquilleban, su vientre se sentía extraño, mas abajo de su vientre algo despertó y no entendía, nadie le había hablado sobre este tema.

SehYoon estaba devorando lentamente su presencia, olfateó a su lado, incursionó un viaje visual por su cuerpo expuesto, la poca ropa ayudaba mucho. Nunca el alfa había estado tan interesado en observar a un amante.

Pero esto era distinto, ese lindo cachorrito no solo era su amante, era su pareja, era el dueño de su acelerado corazón, ByeongKwan era todo lo que siempre había soñado y todo lo que cualquier persona anhelaba.

Una respiración cálida en la nuca del omega estaba haciendo que su vientre sintiera espasmos, provocando que su propia respiración se acelerara.

Las manos de SehYoon temblaban, jamás se explicaría el porqué de aquello, pero estaba desfalleciendo lentamente, con lentitud y nerviosismo, sus dedos tocaron la cintura de ByeongKwan, sobre la suave y delgada tela, la misma que en el momento interrumpía el tocar su piel.

My King ​Wow || WowKwan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora