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Mientras más se acercaban a la dichosa casa, más parecía bajar la temperatura.

El pequeño grupo camina en silencio hasta llegar a la entrada, apegándose inconscientemente entre ellas y concluyendo silenciosamente de que, de cerca, la construcción lucía mucho más aterradora de lo que esperaban.

- Qué porquería de lugar... - Lisa trata de calentar sus manos tirándoles algo de su aliento, una pequeña nube de vaho formándose de inmediato.

- ¿Qué creen que le pasó a éste lugar? - pregunta Jennie, sus ojos inspeccionando la deteriorada fachada de la construcción.

- ¿A poco no se nota? - dice Rosé, sarcástica.

- Bueno, aún tenemos tiempo de arrepentirnos - comenta Jisoo, quien no deja de dar saltitos para sentir algo de calor - Podemos rodearla y esperar unos minutos detrás...

- Si no querías entrar no debiste venir - recrimina la menor.

Sin más que decir y completamente decidida en terminar ésto lo antes posible, Lisa se acerca a la puerta de entrada y la empuja para abrirla. Cerrada.

Sin darse por vencida, va hacia las ventanas continuas, zarandeando las maderas que la cubren para ver si alguna está suelta, pero nada.

Entonces vuelve a la entrada.

- Here I come kicking the door! - grita.

La tailandesa patea con todas su fuerzas justo en la cerradura de la puerta, y ésta -milagrosamente- cede ante aquello, chocando estrepitosamente con la pared interior.

Las otras tres chicas la miran atónitas, y Lisa no se queda atrás, procesando boquiabierta lo que acaba de hacer.

- Here I come kicking the door? - Jennie es la primera en hablar.

- No creí funcionaría... - se apresura en decir la menor, haciendo reír a las demás.

- Eres un caso, Liz - Rosé ríe de nuevo y saca su móvil de su pantalón - Bueno, andando.

Las otras tres la imitan, todas prendiendo las linternas y respirando hondo antes de entrar.

Lo primero que ven es un largo pasillo y, a medida que las chicas avanzan, la vieja madera no deja de crujir bajo sus pies. Mientras se adentran notan cómo el tapiz que solía haber en las paredes es casi inexistente, pues éste se cae a pedazos gracias a lo chamuscado que está.

Cuando llegan al centro de la casa pueden apreciar que, a la derecha, se encuentra un amplio living y, a la izquierda, un gran comedor. Pero, lejos de verse acogedor o lujoso como debió ser en su momento, el mobiliario no era más que madera y tela quemada, llena de polvo, cenizas y escombros. Los sofás, los estantes vacíos, los cuadros, incluso el piano con una de sus patas rotas, todo absolutamente quemado.

Por otro lado, en el comedor, el esqueleto de un enorme candelabro que se niega a soltarse del techo, colgando sobre una larga mesa, completamente lleno de telarañas.

Y por último, frente a ellas, al fondo de la propiedad, se logra apreciar una gran escalera y una inmensa puerta al costado de ésta, una que seguramente lleva hacia al jardín.

Las cuatro chicas avanzan hacia el comedor, encontrando la entrada a la cocina, en la cuál todos los estantes están abiertos, algunos incluso sin sus puertas, además de un suelo cubierto de losa rota y una cocina con la campana desprendida del techo.

Tras no encontrar nada interesante allí vuelven al pasillo principal.

- Bueno - Jisoo mira a sus amigas - Reto cumplido, podemos irnos - dice, encaminándose a la salida.

- ¡Hey! - la llama Lisa - Falta el segundo piso.

- ¿Estás loca? - Jennie golpea a la menor en la nuca - No sabemos en qué condiciones se encuentran las vigas de ésta casa, puede que caiga si subimos...

- ¡Chicas!

Las tres voltean hacia Rosé, quien está cerca de la puerta trasera de la propiedad, quien les hace un gesto para que se acerquen.

- ¿Creen que haya un sótano o solo sea un cuarto para los útiles de aseo? - pregunta la australiana, alumbrando con su linterna una puerta que hay bajo las escaleras.

- Pues lo averiguaremos - dice Lisa, tomando el pomo emocionada.

Y bajo la atenta mirada de las mayores, la abre, y todas las linternas alumbran su interior. En efecto, era un cuarto de aseo, pero también había otra puerta más pequeña en el fondo del pequeño cuarto. Lisa, una vez más, toma la iniciativa, adentrándose en el concurrido espacio para abrirla sin dudar, encontrando una angosta escalera que da hacia un sótano.

- ¿No piensan bajar o sí? - Jisoo las mira preocupada.

- Jisoo - la menor del grupo posa una de sus manos sobre el hombro de su amiga - No boté esa puerta para nada, debemos aprovechar el tour gratuito que nos dí.

- Pues yo no bajaré - dictamina Jennie.

- Ni yo - dice Jisoo.

- Bien, nos esperan aquí arriba - dice Lisa, mostrándole la lengua.

Entonces las dos menores comienzan a bajar.

- ¡No tardamos! - grita Rosé desde el interior.

Jisoo y Jennie cruzan miradas y niegan con la cabeza en conjunto.

- Éstas dos no le temen a nada - dice Jennie con un suspiro.



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uwu


XOXO, Gossip Blink 💜

† 𝕷𝖆 𝖕𝖔𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 † (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖕𝖎𝖓𝖐𝖝𝖇𝖙𝖘) (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖙𝖆𝖓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora