51 ✅

414 51 138
                                    

Jennie no entiende cómo es que aún no colapsa. Desde hace días que ha tenido problemas para dormir y, cuando logra caer rendida debido al cansancio, no es por más de una hora.

Está exhausta, ha llegado tarde al instituto las dos últimas semanas y hoy se habría repetido la historia de no ser porque su madre se aseguró de despertarla para llevarla ella misma y asegurarse de que asistiese a su primera clase.

No hablaron en todo el camino, su madre se limitó a conducir y ella a beber el café que se preparó antes de salir. Pero al aparcar en el estacionamiento la mujer volteó a verla y Jennie, para su mala suerte, bostezó.

- Debes regular tu sueño - le dice severa, la castaña asiente - Hablo en serio, cuando regrese de China no quiero volver a despertarme porque tú estés hablando por teléfono o haciendo quién sabe qué...

¿Qué? El ceño de Jennie se frunce inmediatamente, ¿hablando por teléfono?

La castaña bebe el poco de café que le queda en su termo y, de alguna forma, ese último trago se le hace bastante amargo y, seguido a ello, siente un retorcijón en el estómago. Y es que ella no habla por teléfono casi nunca...

Jennie desabrocha su cinturón y voltea hacia su madre. La mujer la mira pensativa.

- ¿Preocupada por los exámenes finales, verdad?

No, Jennie no estaba preocupada por los exámenes finales, no como solía hacerlo al menos. Es más, ella ni siquiera había tenido o encontrado el tiempo como para preocuparse de sus estudios en general, tenía la cabeza en otra parte desde hace dos meses.

- Sé que debes estar ansiosa por el tema de la universidad, pero debes relajarte un poco, no quiero llegue el día de la entrevista y te dé un ataque de ansiedad como los que solías tener - la mujer acaricia una de las mejillas de su hija - Quiero que duermas Jennie, que descanses, ¿de acuerdo? Aprovecha que estarás sola en casa.

Aquello provocó que el poco café que había tomado se le devolviera. Sola.

- Y ponte algo de aceite de almendras en esas ojeras, ¿sí? - la mujer deposita un beso en su frente - Anda, ve a clases.

- Avisa cuando el avión parta y cuando llegues - pide Jennie en lo que la abraza - Te quiero - susurra.

- Y yo a tí - su madre le da un apretón - Cuídense con Jisoo, no madruguen, no falten a clases y coman bien.

- Sí, mamá - la castaña se aparta y abre la puerta para salir - Nos vemos.

- Nos vemos.

Baja del auto y sube a la acera, su madre pone en marcha el vehículo y abandona el lugar. Jennie se queda allí parada unos segundos más, contemplando el aparcamiento vacío que ha dejado su madre, aún procesando la información que le acaba de entregar: ha estado hablando en las noches.

¿Qué quieres de mí? pregunta para sus adentros, con la leve esperanza de recibir una respuesta.

Sus ojos se humedecen, está cansada. Y ahora su madre también se está viendo afectada... Debe encontrar una solución a su problema, y pronto, porque ni su madre ni nadie debería sufrir las consecuencias de su estupidez.

Entonces algo hace click en su cabeza. Jisoo. Su amiga se quedaría con ella.

Cielos, no quiero asustarla. Espero que su sueño siga igual de pesado que siempre...

Un bocinazo la hace salir del trance en el que se encuentra. Del susto, Jennie lleva una de sus manos hacia su pecho, siente su acelerado corazón. Alguien ha aparcado en el lugar que ocupó su madre y ni cuenta se ha dado.

† 𝕷𝖆 𝖕𝖔𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 † (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖕𝖎𝖓𝖐𝖝𝖇𝖙𝖘) (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖙𝖆𝖓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora