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- ¡Jennie!

El grito de su madre la hace despertar de golpe. Y es que, nuevamente, se había quedado dormida.

- Tienes veinte minutos para estar lista si quieres que te lleve al instituto - le advierte la mujer desde quién sabe dónde.

Mierda.

Ella prácticamente vuela a la ducha, refregando sin cuidado alguno y con sumo apuro su cuerpo en un intento de terminar rápidamente. Cepilla sus dientes y seca su pelo al mismo tiempo, sin saber que era capaz de manejarlo siquiera hasta este preciso momento.

Corre hasta su armario, terminando de secarse en el camino y no tardando nada en ponerse el uniforme.

- ¡Cinco minutos! - avisa su madre al pasar por el pasillo hacia su propia habitación.

Jennie se calza sus botas preferidas y corre hasta el baño nuevamente, colgando su toalla en su barra correspondiente y agarrando un cosmetiquero vacío para echar dentro su maquillaje básico. Se rocía algo de perfume y vuelve a su habitación por su mochila, su abrigo, un gorro, bufanda y guantes a juego.

Baja corriendo las escaleras y entra a la cocina para beber de un trago el café que le ha preparado su madre, terminándolo justo cuando ésta llega hasta el primer piso haciendo sonar sus llaves para hacerla apurar.

Jennie toma el sándwich del plato y una servilleta para envolverlo en lo que va hasta la puerta. Su madre pone llave a la casa y juntas caminan hasta su auto, entrando rápido pues afuera está demasiado helado como para quedarse ahí mucho tiempo.

Jennie abrocha su cinturón y baja la visera de su asiento para poder verse al espejo en lo que su madre hace andar el auto.

La chica saca de su mochila el cosmetiquero que preparó hace solo unos minutos, sacando el corrector de ojeras primero, pues éstas parecían no querer irse de ninguna manera. Aplica un poco de producto -nada muy cargado pues no quiere ser regañada en la escuela- y luego máscara de pestañas y una pizca de tinta para labios, así éstos adquirían algo de color.

- ¿Algún motivo en especial por el que te arreglas tanto? - pregunta su madre, aún con la vista fija en el camino.

- Uhm, ¿para no parecer zombie? - dice con obviedad.

- Comprendo... Pero también llevas tus botas y abrigo favoritos... - dice la mujer, con una sonrisa ladina dibujada en el rostro.

No se le escapa nada...

- Bien - Jennie suspira en lo que levanta la visera - Saldré después de clases...

- ¿Ah sí? - su madre la mira interesada - ¿A dónde irás?

- Al centro comercial... Tengo una cita - confiesa.

Su madre detiene el carro por una oportuna luz roja y voltea a mirarla, arqueando una ceja. Ella claramente quiere detalles. Jennie roda los ojos.

- Se llama Kim Taehyung y es de mi clase... - comenta, tratando de sonar desinteresada - Es alguien bastante agradable e inteligente...

- ¿Y desde cuándo que hablas con él? - pregunta la mujer, retomando la marcha cuando el semáforo vuelve a verde.

- No hace mucho en realidad, apenas es mi compañero desde éste semestre...

- ¿Es guapo?

- ¡Mamá!

- ¡¿Qué?! - la mujer ríe - Solo es una pregunta...

Jennie niega avergonzada, aún cuando la imagen mental del chico la hace suspirar. ¿Que si era guapo? Kim Taehyung era el chico más guapo que había visto jamás...

† 𝕷𝖆 𝖕𝖔𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 † (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖕𝖎𝖓𝖐𝖝𝖇𝖙𝖘) (𝖇𝖑𝖆𝖈𝖐𝖙𝖆𝖓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora