Amor de Luna

18. La verdad

Pasados varios minutos, Hope empezó a preocuparse por Rafael. Raf era una persona que no solía llegar tarde, a sí que por momentos Hope se ponía más nerviosa.

-Ahora vuelvo, voy a buscar a Raf. -dijo Hope levantándose de la cama de Peez.

No les dio tiempo a responder a ninguno porque Hope ya había salido de la habitación y cerrado la puerta. Esta vez caminaba mucho mas rápido que la anterior, esta vez tenía prisa, esta vez tenía miedo. Al ir casi corriendo, llegó en menos de dos minutos a la puerta de la habitación de Rafael y llamó.

-¿Quién es?-preguntó Rafael detrás de la puerta.

-Hope.-respondió al otro lado, mientras que una sensación de alivio le recorría todo en cuerpo.

-Vete, quiero estar solo.-dijo Raf sin abrir la puerta.

-Abres la puerta tú o la abro yo, como quieras.-amenazó Hope, que, ya que estaba allí, no se iba a ir sin hablar con él.

-¿Qué quieres?-preguntó Raf.

-Hablar contigo.-respondió Hope al tiempo que le daba un pequeño empujón y entraba en su habitación.

-No tenemos nada de que hablar.-dijo Rafael, cortante.

-Claro que tenemos que hablar, tú no estás bien y yo no estoy mejor, por no hablar de que nuestra amistad va a peor por momentos.-empezó a decir Hope- Quiero saber qué te pasa, por qué estás así.

-No me pasa nada Hope, vete, cuéntales a todos que ha pasado y poned el plan en marcha.

-Raf, no me voy a ir de aquí sin ti.

En ese momento Rafael se dio la vuelta y miró a Hope, estaba llorando. Rafael no solía llorar por cualquier tontería, así que con eso lo que logró fue preocuparla más.

-Dime qué te pasa y te dejaré solo, si es lo que quieres.

-No me pasa nada, es solo el simple hecho de que si no te hubiese contado lo de las notas no te habría pasado nada, si no hubiese llegado a tiempo podrías estar muerta.

-Pero llegaste a tiempo Raf, eso es lo que hay que tener en cuenta, me salvaste.

-Pero yo te puse en peligro.

-Me da igual.-al tiempo que dijo esto le dio un abrazo a Raf.

Después de que Rafael se calmase fueron juntos a la habitación de Penélope y le contaron a todos lo que había pasado. Decidieron poner en marcha el plan que habían hecho y ensayado días atrás. Hoy lo prepararían todo y al día siguiente lo realizarían, Hope, después de tanto tiempo, conseguiría salvar a la familia que le quedaba, porque así los consideraba ella, familia. Y, si estaban en lo cierto, también conseguirían descubrir quién era la persona que le había enviado las notas a Rafael y que había intentado matar a Hope. Ansias, es la palabra que en aquellos momentos definía por completo a todos y cada uno de los que allí se encontraban, ansias por descubrir la verdad detrás de todo aquello que estaba pasando, ansias por todo lo que al día siguiente iba a ocurrir.
Tras estar concretando los últimos detalles del plan  y haber estado juntos toda la tarde decidieron irse a sus respectivas habitaciones. Hope iba asustada, no quería que volviese a pasar lo del día anterior, pero por suerte Alaric se había encargado de mejor a unos niveles extremos la seguridad de su habitación, así que decidió dejar de pensar en eso y se echó a dormir.