La mañana, donde sentirse tranquilo, relajado, sin inconvenientes, sin gritos, sin ningún estorbo...
A no ser que tengas trabajos, problemas en tu país, uno que otro incendio, más de un muerto, y que te levanten a las cinco de la mañana.Bueno pues mala suerte para el guatemalteco, cual penosamente le tocó vivir eso, ahora mismo se encontraba sentado en una silla del comedor, ya estaba vestido de una forma sutil con un pantalón de lona negro junto con este una camisa de color azul oscuro cual no era tan larga, no era tan tarde, aproximadamente eran las siete y media de la mañana, tal chapín estaba tomando una tasa de café, mientras que atendía una llamada telefónica, claro había sucedido un incendio en una casa del país.
El chapín ya estaba estresado, terminaba una llamada y ya tenía otra que atender, no lo dejaban en paz. Ya terminado la llamada telefónica dio un suspiro para acto seguido tomar un sorbo de su café, café amargo para su decir ya que no optaba de azúcar alguna, su rostro era de simpleza, ¿¡A quién se le ocurre llamar a tales horas de la mañana!?, Esos eran los pensamientos del pobre chapín que intentaba con todas fuerzas no romper algo, pues no quería despertar a sus hermanos.
Dentro de unos largos minutos el de quetzal decidió por ver la hora, que sorpresa, ya eran las ocho de la mañana, así mismo se levantó de su asiento dirigiéndose a las gradas, acto seguido comenzar a subirlas, ya arriba formó una leve sonrisa en su rostro, se acercó a una de las puertas del lugar así mismo comenzó a tocarla con suavidad por unos segundos, pasaron unos pocos minutos y la puerta fue abierta, dejando así ver a un hondureño medio dormido.
-¿Que pasa guate? -pregunto mientras pasaba una de sus manos por su ojo derecho-
El chapín dio su típica sonrisa -bueno de primero, buenos días Honduras, segundo, ¿Me haces el favor de despertar a los demás? Yo voy a hacerles el desayuno -el catracho solo asintió, así que dicho esto el guatemalteco se retiró del lugar yendo a la cocina-
Al llegar a su destino lavo sus manos, las seco, y se dirigió al refrigerador, sacando así unos alimentos para el desayuno, pero como nada puede ir bien, luego de sacar aquellos alimentos una llamada se hizo presente en el lugar, claro el chapín ya enojado ignoro la llamada, dejando que está sonará.
Bueno hasta que el sonido paro, algo que lo alivio, aunque no por mucho,ya que el mismo sonido volvió a hacerse presente, esto haciendo que el chapín formará una mueca de disgusto.
Saco su teléfono y leyó el nombre del cual le llamaba, mierda... Era la ONU...
Trago duro y con algo de nervios contesto la llamada dirigiendo así el teléfono a su oído.-¿En que le puedo ayudar señor? -pregunto con un tono educado mientras soltaba una leve risa nerviosa-
-Tú, ven, necesito hablar contigo, solamente tú, no traigas a tus hermanos -dijo la organización para acto seguido cortar la llamada-
Guatemala quedó en blanco, ¿Ahora que había hecho?, ¿Pasó algo entre sus hermanos?, ¿Se metio en un problema?, Esas preguntas le gobernaban en la cabeza, algo que lo estaba preocupando.
Rápidamente salió de la cocina y tomo uno de sus suéteres cual se encontraba tendido en el sillón, ya iba a salir de la casa cuando una voz lo hizo parar.
-¿Guate?, ¿A dónde vas? -pregunto la voz del costarricenses el cual al parecer acababa de levantarse-
-ahh, voy a salir, tengo que resolver algo importante, vendré tarde, ¿Entendido? -dijo con un tono tranquilo mientras volvia a formar una sonrisa, maldita sonrisa...-
-oh, bueno, ¿Pero y el desayuno? -pregunto el tico haciendo un puchero, pues tenía hambre-
-¡Ay no seas huevon, tú lo puedes cocinar! -reclamo con una leve “risa” mientras abría la puerta, otro puchero se hizo presente en el rostro del tico, escuchandose al fondo un «sí mami»-
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‡₡Ø₦Ø₡łE₦ÐØŦE‡ (★cσυηтяyнυмαηs★)
Hayran Kurguser feliz, sonreír, mostrarte amable, cuidadoso y educado, pero saber que no es así, ser vulnerable, pensar en suicidarte, llorar, no poder sonreír de verdad, aborrecerte... este es el caso del pequeño país centroamericano de nombre Guatemala, el c...