Mi querida familia

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Mi familia es... Normal.
Somos una familia formada por cinco personas que, aunque no somos de la misma sangre, nos amamos mutuamente y nunca nos separaríamos sin importar que llegará a pasar.

Aunque muchos nos ven de manera... Extraña, no sabría decir por qué. Aunque realmente aquello nunca me molesto; pero con el paso del tiempo también he visto cosas extrañas en mi familia.

Comenzando con quien consideró un hermano mayor: destacado en términos físicos y mentales, sociable y popular entre las mujeres, el hombre perfecto en pocas palabras. Pero algo destacaba más que nada, por alguna razón le llamaban "suertudo", y al principio es imposible entender porque le llamaban así. Por lo que después de preguntar descubrí el porque de su raro apodo, el a pasado por demasiadas situaciones... Desesperadas, y siempre salía lastimado, pero hasta el momento nunca sufrió de gravedad, algo imposible si contamos que hasta sobrevivió a un derrumbe donde el edificio cayó por completo sobre el.

Después pasamos por mi " madre", la mujer que nos acogió en su hogar y nos permitió ser parte de su vida. Ella era... Distinta a las vecinas; la piel no debería tener aspecto de porcelana, y mucho menos de que pareciera que se estuviera partiendo. Pero a madre eso nunca le importó y siempre dio todo de sí para que todos pudiéramos vivir en paz.

Ahora pasando por quien sería el "padre"; y aunque le respeto, no confío en el desde que llegó presentándose como la actual pareja de madre, aunque quizás sólo eran imaginaciones mías.
El caso es que el tiene algo que, por lo raro que parezca ya que desde un inicio lo hizo sin reparo, cuando hace algo, es como si nada pasar; es lo más extraño. Una vez estábamos en la mesa comiendo toda la familia, y repentinamente el coge el tenedor que tenía a mano y se lo clavo a la mano de mi hermano mayor como si nada, aunque después de la escena y que yo parpadeará todo seguía como si nada hubiera pasado; el tenedor en su lugar, la mano sin heridas aunque con unas pequeñas maracas donde se supondría que el tenedor golpeó y unas marcas en la mesa hechas por la fuerza y brutalidad del ataque, pero nadie más reaccionó. Hasta el día de hoy me pregunto si fue algo que hizo el tipo, o había sido algún efecto de la "suerte" de mi hermano en acción.

Terminando en mi "hermano menor" al que le tengo mucho cariño, nunca he visto nada raro en el, como si se esforzará en ello; pero lo mismo fue que necesitaba saber que sucedía y me motivo a observa a toda mi familia y entender lo distintos que erar de los demás.
El, que era un muchacho que no llamaba la atención, siempre llevaba de clase e iba directo a su cuarto y de hay no salía hasta el otro día. Un día, durante su rutina, entre en su cuarto y tal como lo había imaginado, no había nada raro, o eso sería si esa habitación no tuviera un intenso olor a hierro, y de donde provenía más ese olor era de un papel donde de podía encontrar escritor números cada vez más altos, por el apuro sólo salí sin dejar huella de mi presencia. Y el mismo día me emprendí a espiar lo que hacía dentro de su cuarto; aunque solo pude escuchar, descubrí algo, contaba las veces que descontaba a si mismo, diciendo en esa ocasión: "31 hool menos", no sabía que ocurría, pero el meterme en ello no traería algo bueno, por lo que lo deje estar sin más.

- ...¿y yo?. Pues yo no tengo nada raro, sólo tengo este pequeño collarín. Mira: hasta tiene una pequeña placa con mi nombre y el número de mi madre; que lindo de ella, siempre preocupada de mi.

deseo de la estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora