Capítulo 8.- Lila

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Lila

Ayer todo había ido bien con mis madres, aunque mi hermana Aria prácticamente había amenazado de muerte a Nil, confiaba en él y en que mi hermana terminaría por tragarse mis palabras...

En total, a él solo le gustaba una chica además de mi, Ani...

No puedo decir que me impresiona. Como ya le había dicho, a mi también me gustaban otras dos chicas, pero a diferencia de Nil, ellas nunca me harían caso... Se llamaban Erika y Lina, dos Vitas, ya una vez me había declarado a ellas. ¿El resultado?, me rechazaron.

Desde que Nil y yo nos habíamos anunciado, las cosas habían cambiado, sentía muchas más miradas sobre mi, me sentía super incómoda, pues no estaba acostumbrada a ser el centro de atención.

Nil

Ya estaba harto, era el tercer día desde que Lila anunció nuestra relación, y tanto chicas como chicos no dejaban de molestarnos con eso. Habíamos pasado de ser los practicamente ignorados, a ser la pareja del mes.

A duras penas logré evitar a todas esas chicas molestas, llegando a lo que describiría como una pequeña terraza en el lado oeste del colegio. Estaba entre las zonas abandonadas de este, por lo que casi nadie venía aquí, pero alcancé a ver a alguién sentada junto a la barandilla de esta, con sus dos piernas pasadas entre los palos de esta.

Caminé y me senté a su lado.

-No esperaba verte aquí, pensé que estarías con Lila, ¿La llevarás a tu casa hoy verdad? -preguntó, pero su voz se sentía algo triste, como de lástima tal vez.

-Si, supongo que ya es tiempo, después de todo vamos un buen tiempo teniendo que vernos a escodidas -respondí inseguro, hablarle de esto a ella no era algo cómodo para mi.

Seguro Daria le había contado que llevaría a Lila a casa, y yo sencillamente no podía mentirle sobre eso a ella.

Lila

Caminé por la zona abandonada de la escuela, Nil no parecía estar por ninguna parte, así que probablemente por aquí lo encontraría, pues conocía varios de los lugares donde solía estar.

Me tomó un largo rato pero finalmente lo vi, estaba sentado en la barandilla de un pasillo exterior, pero había alguién con él, una chica...

Por un momento me sentí algo molesta, traicionada tal vez, hasta que me di cuenta de quién era, Ani...

No estaba suficientemente cerca para escuchar lo que decían, pero tras unos momentos Nil se levantó y ambos se despidieron con una señal de manos, mientras ella decía-. Todo te irá bien con ella, si decidió estar contigo, te debe querer mucho.

Me alejé sin entender, había algo en su tono de voz, era como de tristeza, como de... ¿Celos leves quizás?

¿Podía ser que Ani sintiera algo por él?, ¿Ella estaría consciente de ese sentimiento?, Si era así, entonces debía ayudar a que Nil y ella estuvieran juntos, sabía lo que se sentía no poder estar con alguién que quería, y Nil pasaba por eso, pero tal vez podía evitar que las cosas continuaran así.

El único inconveniente era Daria, difícilmente ella dejaría que algo así pasara, y dudaba que Nil quisiera hacerlo, además eran poco común que una Dhelta estuviera con alguién fuera de su manada. Según mis madres, las Dheltas solían aceptar con facilidad que no estarían con todas las chicas a las que amaban, mucho más fácilmente que otras. Eso era un inconveniente, convencer a Ani sería difícil.

Los Secretos de Miriastir.- Celos entre HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora