Capitulo 9

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—Puedes siquiera escucharme?.- El ruso perseguía al alemán por los pasillos.-

—Pensé que te lo había dejado en claro.- Comenzó a caminar más rápido.- No quiero nada contigo.

—Golpeaste a UK.

—El se interpuso, fue su culpa.

—¿Acaso ibas a golpear a Francia?.- Rusia comenzába a perder su paciencia.-

Alemania se quedó callado, la verdad es que no lo había pensado bien, pero se lo merecía, a pesar de que le enseñaron a no golpear a una mujer, porque se le debe respetar, lo había sacado de quicio. Aumentó su caminar, llegando hasta correr, sin embargo el ruso ya cansado de la situación, tomó su brazo derecho bruscamente, detuviendo el andar del alemán.

—Sueltame.- intentó zafar su brazo pero Rusia apretó con más fuerza su agarre, comenzando a sentir un fuerte dolor, no le tomó tanta importancia.-

—No hasta que me escuches, ¿porque eres tan necio?.

—¿Escucharte?, ya me quedó bastante claro todo, no es necesario seguir hablando.

—¿De verdad piensas que nosotros hicimos algo así?

—¿Quién más pudo haber sido?, Ustedes fueron los unicos que intentaron acercarse a mí para ganarse mi confianza.

—No es así.- Una de las cosas que más  odiaba el ruso era que lo culparan de algo que no hizo.-

—¿No? Entonces ¿Quién fue?, Son los únicos que tienen más rencor hacía mí persona.

—Tienes razón.- Había perdido la paciencia.- Tenemos muchos motivos para odiarte pero, miranos, fuimos los únicos que se acercaron a ti, siendo que dabas tanta lástima ahí solo.

—¿Eso es lo que sientes? ¡¿Lástima?!

—Francia te odiaba pero te dio una oportunidad la cual tu.- apuntó al alemán.- ¡no aprovechaste!.

—Entonces ¡¿es mi culpa?!.

—¡SI!

Por primera vez le gritó al alemán, el silenció rondó por el pasillo.

—Sueltame.- volvió a repetir.-

Rusia soltó su agarre.

—Nosotros no hicimos nada.- La voz del Ruso se escuchó desanimada.-

—No vuelvas a dirigirme la palabra, nunca más.- Sintió una presión en el corazón, eso le pasaba por confiar demasiado.-

—Pense que éramos amigos.- sintió una punzada en su pecho.-

—... Rusia.-Hizo una pausa mirandolo a los ojos.- Tu y yo jamás seremos amigos. Eso guárdalo bien en tu cabeza.

 Eso guárdalo bien en tu cabeza

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—¡Señor Alemania!.- El polaco se acercó hacía él con una bolsa en sus manos.-

—Polonia, estoy ocupado.

—Oh....- Su tono de voz se desánimo.-

El alemán solto un suspiro, a pesar de ser el menor, el polaco era más bajo que el, con respecto a la altura, dandole un toque más tierno.

—¿Qué es lo que necesitas?, que sea rápido y deja de ser formal, por favor.

La cara de Polonia pareció iluminarse

—¡Si, Seré rápido!. Solo quería entregarte esto.- Le ofreció el sobre en sus manos.-

—¿Qué es esto?.- Abrió el sobre y miró su contenido.-

—Son galletas quería agradecerle por salvarme la vida... Las hice yo mismo.- Exclamó orgulloso.-

—Gracias, no era necesario.

—¡Claro que sí!, me salvaste la vida, gracias a ti, japón dejó de molestarme.

—¿Japón te molestaba?.- Al parecer le haría una visita luego de esto.-

—Algunas veces, pero gracias a ti pude enfrentarlo.

—¿Que fue lo que hize?.-Trató de hacer memoria.-

—¡Fuiste valiente!, era la primera vez que ibas a una reunión y no dudaste en enfrentarte a Japón.

—Oh... Gracias, supongo.- El alemán se incomodo un poco, no estaba acostumbrado a recibir halagos.-

—¿Porque no las compartes con Rusia? Se veía algo triste.

—No quiero hablar de el.

—¿Porque?.

—...Confíe en el.

—Lo siento, ¿Tienen problemas de pareja?

El alemán abrió sus ojos sorprendido, ¿Rusia y el siendo pareja?.

—¿Qué?.- Tal vez escuchó mal.-

—Si tienen problemas deberían darse un abrazo y hablar de ello, se que no soy quien para meterme en su relación pero...no me gusta ver a Rusia decaído y yo se que tu igual estás triste.

—Yo no estoy triste.- Trataba de recibir la información, la idea que tenía el polaco lo había tomado por sorpresa.-

—Claro que si, no mienta.- Hizo un puchero.- ambos estan tristes, deberían arreglar sus diferencias, se ven bien juntos.-

—Estas equivocado, el y yo no somos nada.

—¿Enserio?, realmente creí que ustedes eran...

—Eso es estupido.

—Lo siento...Lo arruine ¿verdad?.

—No te preocupes, ya debo irme.

—Esta bien, gracias otra vez por salvarme.

—No fue nada.-Se levantó de su asiento y se retiró del lugar.-

—Entonces, ¿tendré que idear un plan para unirlos?.- Susurró para si mismo.-

















Plan RusGer empieza en acción.

¿Igual a el? RusGerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora