Alemania tuvo que subirse al auto junto a ONU y fbi, aunque las ganas de abrir la puerta de éste mismo y saltar no le faltaban.
—¿Cuanto tiempo estaré ahí?.
—El tiempo que sea necesario.
Intentó ver por la ventana pero no logró distraerse.
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Las malas noticias no pueden esperar. Antes de ir al internado, la organización quiso asegurarse que la salud fisica del alemán estuviera bien, Así que se dirigieron al hospital. Le encontraron con cierta desnutrición y mala alimentación. Por lo que, quedaría hospitalizado algunos días hasta lograr subir de peso y llegar a lo que debería pesar ante su estatura. Y si fuera poco, le toco desvestirse y tanto los doctores como las organizaciones vieron sus antiguos cortes. Cosa que no les agradó para nada.
Y actualmente, se encontraba ahí, recostado en la camilla y con un tubo conectado con su brazo. El ambiente de hospital nunca le agradó.
—¿Alemania?, me dijieron que estabas aquí.
—Toca antes de entrar, Rusia.
—Lo siento.- esté se acercó lentamente a Alemania, hizo una mueca al notar las marcas de cortes que para su suerte, se veían antiguas.
El contrario ladeo su cabeza, evitando así contacto visual. Sabía perfectamente que el ruso estaba viendo sus cortes.
—No digas nada.
—No he dicho nada.
—¿Porqué viniste?.
—Polonia.- fue lo único que dijo antes de ir a buscar una silla y sentarse al lado del alemán.-
—No era necesario que vinieras.
—¿Ningún gracias?.
—...-
—Alemania.
—No quiero que me veas así.
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ONU le dijo que no tenía que preocuparse, pero ¿cómo?. Cada vez que le hacía una pregunta, éste le contestaba otra cosa, ¿qué pasaría con todo?, su trabajo, su país.
Los días en el hospital fueron eternos. Siempre la misma rutina, las enfermeras iban a verlo durante las mañana y en las tardes. La habitación tenía una camara por si intentaba escapar. Se sentía acorralado y para empeorar, cada vez que comía, lo observaban fijamente para que no intentará votar la comida. Ni siquiera tenía problemas alimenticios, su mala alimentación se produjo como consecuencia de la guerra mundial y de la crisis que vivió.
A las 6 am, lo fueron a buscar. Está vez dejaría el hospital para ingresar al internado, en donde tendrá que estar sin ningún tipo de comunicación con el exterior, su celular fue arrebatado y cualquier cosa, llaves, collares. Todo lo que pudiera "causar una lesión" también fue quitado de sus manos. Definitivamente, ahora comenzará el infierno.
