Pareciera como sí hubieran vuelto al inicio, no en el momento en que se conocieron para ser exactos. En el año en donde sus padres se encontraban vivos.
URSS y Third Reich, estaba más que dicho que estos dos se llevaban mal, a pesar de que en un tiempo fueron buenos amigos, eso se había quedado en el pasado. No podían estar ni siquiera un segundo en la misma habitación sin que intentarán matarse, las discusiones eran frecuentes.
Ésto último se asemejaba en la actualidad, con los hijos de éstos. La situación de Rusia y Alemania había empeorado cada vez más, varias veces sus discusiones habían terminado casí peleandose, por suerte ONU y FBI nunca se encontraban cuando esto sucedía.
¿Qué es lo que había pasado realmente?, ¿Qué es lo que cambió?, ¿Fue así como sucedió con sus antecedores?.
Habían algunas veces en que sus discusiones no acababan en las reuniones y las terminaban afuera, sin importarles la gente que pasaba alrededor y los veían como se gritaban uno al otro.
Las veces en que no peleaban se evitaban a toda costa, sentandose lo más lejos posible. En definitiva su relación cada vez se desmoronaba.
Hoy no sería la excepción, el alemán había llegado un poco más tarde que de costumbre, el trabajo era demasiado por lo que no había podido dormir lo suficiente. Dos noches había madrugado en su oficina para posteriormente dormirse ahí. En realidad aún era temprano, pero a nuestro protagonista le gustaba llegar una horas antes. Siempre era así, compró un cafe en el camino, no quería dormirse en media reunión y apresuró su paso llegando a correr por las escaleras hasta llegar al último piso, el cual era la sala de juntas.
Varías veces tropezó y estuvo a punto de caer pero eso no lo detuvo y continuó, se sintió un poco aliviado cuando por fin llegó a dicha sala, se arregló un poco empezando por su cabello el cuál se encontraba alborotado, abrió rapidamente la puerta y entró, encontrandose sorpresivamente al ruso, pero ya era muy tarde, el alemán no alcanzó a reaccionar y botó su café en la chaqueta del más alto.
Un silencio rondó, ninguno de los dos se movía, era como si ambos habian entrado en un pequeño shock.
—Fue tu culpa.- Atinó a decir el alemán, sin pensarlo dos veces.-
—¿Mi culpa? Tú fuiste el que botó el cafe.- Exclamó molesto.-
Así es, otra discusión comenzó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando por fin ambos países se calmaron, se sentaron en sus respectivos asientos, completamente alejados del uno al otro. Aún se podía sentir la tensión en el aire, por suerte los de latinoamerica supieron manejar bien la situación, comenzando a bromear entre ellos.
—Buenos días a todos.- Entró ONU.- antes de comenzar, quisiera felicitarte Alemania por la construcción completa de tus tierras y tú integración oficial como país.- Hizo una pausa.- Es por ello, que la próxima reunión será en Berlín.
