Así pase los tres dias a su lado.
Hablando sobre algunas cosas que tenía y eran más dudas, del plan de mi padre. También del como fui ejecutado, dándole mi opinión y el a mi la suya. Sería un evento que nunca olvidaría.
Él no me las aclaraba todas. Parecía saber mucho, a pesar de sus respuesta aveces algo esquivas. Pero cada una era un desafío, una cuestión.
Se veía que el las tenia, desde su punto de vista. Solo que no la quería compartir, no conmigo.
Pero en ocasiones me daba unas que me dejaban algo admirado.
Ya que decía algunas cosas que me retaban o hasta hacian quedar mal a mi padre.
Pero se notaba que en cada momento intentaba cuidar sus palabras. Hablando educada mente hacia mí y mi padre. Mencionando lo con todo respeto, en cada momento.
~Al parecer ya llegó la hora..
Tienes razón, pero
¿Como te llamas? Ni tengo la gratitud de conocer tu nombre.-Sonrió, levantándose del suelo en que estábamos sentados, descansando. No había infierno al que descender, no había alma que salvar.
~Adiós, Jesús.
Me dijo caminando hacia otra dirección. Yo no insistí, yo sabía, que el sabia lo que hacía o me decía.
Adiós...-