Pero por qué lo hizo, por qué me vendió, si me amaba.-Lo escuché decir y sonreí mientras tenía su cabeza descansando en mi regazo.
~Creo que esa respuesta ya la tienes tú, Jesús.
Lo guíe, mientras tenía mis manos y mirada ocupadas en una tiara que hacía de hojas y pequeñas flores blancas
Lo se, su corazón fue cegado por un amor no correspondido.. Y de tanto pensar, creo que lo llegué a rechazar en más de una ocasión. -
Reí un poco, mientras sentía como un pequeña hada reposaba en uno de mis hombros trayendo me otra flor para la tiara que estábamos elaborando.
Yo lo quería, talvez no al punto como el a mi. Pero si me preocupaba..-
~Jesús, te contaré el final de esa historia.
Dije mientras le hacía una seña para que se levantara de mi regazo y se sentará a mi lado, a lo cual este accedió y pude ver cómo me miraba con suma atención.
Lo mire con ternura y dejé la tierra que había estado elaborando sobre su cabeza, como la corona que realmente debió recibir.
~Luego de traicionar a uno de sus más grandes amores, la venganza termino traicionando a su corazón. Entrego lo que tenía suplicando su vuelta, pero ya era tarde.
Guarde silencio un momento, tomando su mano para delinear con el pulgar la marca que los clavos habían dejado en sus palmas.
~El dolor de un amor perdido, fue más grande. Así que sobre la copa del un árbol, trepó y busco alcanzarlo. Callendo, sin éxito, en su sufrimiento y tierras.