Lo ví, en aquella posición de siempre, de espaldas en un lugar poco iluminado y frío. Muy contrario a cuando nos conocimos. Sin la bata, sumergido en el agua.
Pude ver en su espalda aquellas dos marcas de en donde algo de sangre salía y en un pasado tenía un par de bellas alas.
Pero no más de dos segundos por que volteó a mirarme, al notar mi presencia y ser descubierto por alguien que no fuera la soledad o Satán.
~Jesús...
Dijo mi nombre mirándome, quedándose parado.
Shaloom, lucifer.-
Dije su nombre, explicando sin palabras demás que ya sabía quién era y lo que había hecho.
~Yo, lo siento..
Fue lo único que me dijo bajando la mirada observando su reflejo en el agua de un pequeño pero profundo estanque en el que se encontraba y había tomado un tono rojizo.
No, yo no pienso lo que los demás me contaron. Pero me gustaría que me contarás tu versión...-
Pedi mientras le alzaba mi mano para que la tomara y así ayudarlo a salir del aquel estanque, mientras lo miraba a los ojos. Sin prestar atención a todo lo demás, que no fuera su alma y su verdad.
Te esperaré por aquí.-
Comenté con una sonrisa para que pudiera colocarse alguna tunica, mientras caminaba hacia la dirección que señale dándole algo de espacio esperando a que no desapareciera.