~ Por lo que veo tuviste algo con aquel hombre... ¿O me equivoco?
Dije luego de escucharlo pronunciar aquel nombre.
No, no te equivocas... -
Me respondió a lo que pude ver una sonrisa algo ¿Melancólica? O decaída en su rostro.
~ ¿Como te encuentras ante aquello?
Le pregunté posando mi mano en su espalda con suavidad acercándome un poco a el...
Bien supongo solo que... Es algo difícil de procesar. Entonces... ¿El me amaba? ¿O que realmente sentía? Repaso sus acciones y palabras, tratando de encontrar una respuesta... -
Le escuché decir a lo que sonreí con dulzura acariciando, levemente, con suavidad la espalda de este...
~ No lo hagas, Jesús, todos aman de diferente manera. Algunos de una mejor y otros de una peor. Además todos somos capaces de amar a más de una cosa o a más de una persona. A diferentes grados de cariño, pero lo hacemos. Solo tómalo con calma... Y cuando aclares tus ideas puedes hablar conmigo si así gustas.
Empecé a explicarle con suavidad en mi voz, transmitiendo le aquella tranquilidad que nos rodeaba y su ser no encontraba...
Tus palabras siempre me dan consuelo... -
~ Y esa es su función. Consolarte aconsejarte y finalmente ayudarte, no juzgarte.
Comenté sintiendo como este me daba un simple abrazo a lo que correspondí.
Gracias. -
~ No es nada. Aquí siempre estaré para ti, Jesús.