En una cita.
Marín de águila y Aioria de leo, habían sido el primer amor del otro y ninguno de los dos tenia experiencia en cosas amor, de algún modo Aioros vio a sus compañeros los caballeros dorados e incluso algunos de bronce con pareja, incluso su hermano desde que había vuelto a la vida no dejaba de tener pequeñas citas con Shura, hecho que le molestaba por dos razones, muy importantes, su hermano le había ganado en el tener citas con su pareja y obviamente porque su hermana estaba con esa cabra que aun no le inspiraba confianza, al menos no del todo.
El caso era que Aioria se quería atrever a tener una cita con Marín de águila, su novia desde un tiempo bastante largo, en el cual aun no habían tenido citas, por eso se atrevió a hacer tal movimiento.
La cosa era que no sabia como hacerlo y en las únicas personas que confiaba en su vida, era su novia y en Milo y en Mu, pero estaba seguro que el caballero de escorpio le diría que fueran a divertirse o hacer algo que involucrara mucha diversión y la personalidad de Marín al ser tan calmada y reflexiva no daba para una cita de ese magnitud; con Mu, lo intento y el Aioria debe de mencionar que se esperaba más de Mu.
El sabio caballero de Aries, le dijo que hicieran algo divertido, algo que les gustara hacer en pareja o que los hiciera feliz y en la mente de Aioria eso lo hacían todos los días, cuando ambos entrenaban los dos eran felices, además, esa acción era una que les gustaba hacer a ambos.
Aioria después de pensarlo mucho, su benevolente diosa Athena, le había iluminado y le había dado la respuesta correcta a eso que estaba robándose sus pensamientos.
El león y la águila se habían encontrado para ir a entrenar, pero esta vez Aioria tenia otros planes.
-Marín, que te parece si en vez de entrenar, caminamos un poco por el santuario, mientras hablamos un poco de nuestras vidas.
-Me parece una gran idea Aioria, es bueno a veces descansar un poco y decir todo eso que quieres pero no sabes en que momento o con quien decirlo. -El corazoncito de Aioria con esas palabras saltó de alegría, la voz de Marín y su sabiduría lo dejaba mucho más enamorado de lo que ya estaba de ella.
-Como siempre mi hermosa novia, tan sabia y cálida.
-Vamos a tener una cita o vas a seguir haciendo el tonto... -El león dorado, solo sonrió y tomó de la mano de su novia, para empezar a caminar juntos por el santuario, muy feliz de haber logrado su cometido.
En el santuario de Athena en Grecia, se podía observar dos figuras caminando por este, mientras sus cantarinas y tan distintas voces se escuchaban a la distancia, tanto el joven como la joven amaban esos momentos en donde podían decirse todo y no está demás decir que Aioria amaba escuchar a Marín contarle sus montones de ideas, sentimientos, escucharla hablar con alegría de esos momentos en donde se perdía en su burbujita y sus precios ojitos brillaban.
Ese momento estaba siendo tan bello, que ni los pájaros pudieron resistirse y dos bonitos pajaritos rojos se acomodaron sobre la cabellera de Aioria, causando un sonrojo en el caballero dorado y Marín no pudo evitar quitarse la mascara para ver mejor la situación y por más que lo intento no pudo soltar una risa sincera.
El gran león dorado, se sintió avergonzado por la situación, pero la risa de su novia lo dejó con un bonito sentimiento en su pecho y el también comenzó a reír, aunque lo hizo con cuidado para no alejar a los pajaritos, que se quedaron con ellos hasta ya entrada la tarde escucharlos hablar.
La cita de ambos termino entre cálidas y tiernas despedidas que ambos disfrutaron y sin duda alguna los dos disfrutaron de su cita y regresaron felices a sus lugares de descanso con una sonrisa pura y llena de amor en sus rostros, sonrisa que permaneció en sus rostros incluso cuando se encontraban durmiendo.
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30 Días Con Aioria Y Marin. -TERMINADA-
RomanceÚltima edición de 30 días con , dedicado exclusivamente a mis parejas favoritas del mítico anime Saint Seiya.