Día 23

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Discutiendo.  

Todas las parejas tenían sus diferencias, sus problemas y sus peleas, en este caso los que estaban teniendo algunos problemas eran Marín de águila y Aioria de leo, ninguno de los dos se había visto en días por cuestiones de entrenamiento y responsabilidades que cada uno tenia como caballero y amazonas al servicio de Athena. 

La mas molesta por ese hecho era Marín, últimamente estaba mas interesaba en ir a meditar y tener algo de tiempo para ella y en este caso pasar tiempo con su pareja, Aioria de leo, pero este no quería, tenia sus planes y actividades bien claras y nadie lo haría cambiar de opinión. 

Fue exactamente esa gran diferencia de emociones y pensamientos lo que llevo a esta feliz pareja a discutir y sacar a relucir su lado oscuro.

Marín no sabía que pensar, su tiempo lo quería invertir en ver a su novio y pasar tiempo con él, pero aquel pensamiento se veía tan lejano que no tuvo más opción que dar ella misma el primer paso.

Y es que exactamente eso fue lo que en ambos despertó su irá y los llevó a discutir.

Marín fue al encuentro con Aioria y lo encontró entrenando se acercó lentamente a él y cuando lo vio se sorprendió, el león dorado tenía una cara horrible, se veía tan diferente que Marín llegó a asustarse y por si fuera poco, la joven amazona intentó acercarse pero el otro se lo impidió.

—Que crees que haces Aioria. Sólo quiero acercarme a ti y pasar tiempo juntos.

—Estoy algo ocupado, largarte de aquí ahora mismo Marín...

—No me hables así, yo no te estoy faltando el respeto y mucho menos te estoy molestando...

—Claro que lo haces, ahora que eres una santa dorada te crees con la autoridad de pensar por encima de otros e interrumpirlos en sus responsabilidades. Las responsabilidades que realmente son importantes.

—No soy importante para ti Aioria... Yo creí que me amabas que realmente te importaba y que te gustaba estar conmigo...

El león dorado no se dio cuenta de lo que había dicho hasta después de ver el rostro de Marín con lágrimas en sus ojos, enseguida trató de arreglar sus errores.

—Marin te juro que no es así, yo te amo muchísimo y perdona lo que dije no era mi intención hacerte pensar eso...

—Esto no te lo perdonaré nunca, me... ¡Te odio! No me vuelvas a buscar jamás en tú vida Aioria de Leo, fracasaste como pareja y como hombre, que Athena te perdone porque yo no lo voy a hacer.

El león se quedó sin palabras, sus bellos ojos comenzaron a derramar amargas lágrimas de tristeza y por si eso no era suficiente sus ojos presenciaron como Marín se quitaba su máscara y se alejaba del templo de leo, no sin antes decir cuánto odiaba a Aioria por fallarle de esa manera en la que lo hizo.

Una discusión puede salir de la nada y para ambos era mejor que no dijeran nada a perderlo todo y caer de nuevo en el abismo de la soledad.

30 Días Con Aioria Y Marin. -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora