Bailando.
Habían pasado ya algunos día desde la aventura de Marín y Aioria en Japón, a pesar de la herida en el tobillo de la joven, está siguió con su entrenamiento para convertirse en la dama dorada de piscis, en compañía de su novio, todo esa semana parecía ir bien.
El entrenamiento para todos los futuros santos de oro, parecía ir bastante bien, algunos se cansaban y querían ir a casa de nuevo, pero se arrepentían y volvían a intentarlo con más fuerza, en algún momento de esos días por la mente de un aburrido e inquieto Aioria, paso la idea de bailar con su novia.
La noche la la gala, no pudo darse el gusto de bailar por más tiempo por el incidente con el pie de su novia y porque claro, obviamente no sabía como bailar, así que mientras su novia entrenaba y Ikki descansaba el aprovechaba el tiempo para infiltrarse en el templo de Camus y ver si podía encontrar algo sobre como bailar bien con tu pareja y su plan estaba siendo todo un éxito de no ser porque una de las tantas veces que fue al templo de Camus se encontró con Milo mirándolo acusatoriamente.
-¿Qué intenciones tienes con Camus, Aioria?
-Con Camus no, con sus libros, quiero aprender a bailar y ...
-¿No sabes bailar? Athena mía, realmente... no puedo creerlo...
-Puedes dejar de reírte y ayudarme a buscar una solución o vas a seguir burlándote
-Como eres mi amigo te ayudaré, te diré todo lo que se sobre el baile, ya depende de ti ponerlo en practica...
-Gracias Milo.
El caballero de escorpio ayudo al de leo y cuando este estuvo listo fue el momento de que Aioria fuera a practicar con su novia y esta vez bailar juntos como debía se; de lo emocionaba que estaba no podía con su emoción y ese día Ikki se vio fuertemente afectado, pero realmente al fénix le gusto ese entrenamiento y aunque no lo dijo le agradecía al caballero de Leo, por exigirle.
El asunto es que cuando el entrenamiento terminó, Aioria felicitó a Ikki e incluso le abrazó al despedirse de el futuro santo de leo, dejando al pobre un poco confundido pero feliz.
Aioria rápidamente se dirigió donde su novia Marín y sin dudarlo dos veces le pidió que bailaran juntos, con gran emoción le contó el como había estado aprendiendo a hacerlo y la joven al no poder resistirse a esos ojitos de felino en busca de comida aceptó bailar con su novio.
La pelirroja dirigió su mirada a la de Aioria y este enseguida se puso enfrente de la joven, con una mano en la cadera de esta misma y otra sobre una de las manos de la chica, con amor la miró a los ojos y al ver como su novia tenía una de sus manos extendía y rígida a un lado de su cuerpo, la dirigió, hasta uno de sus hombros y sin dudarlo, empezó a moverse delicadamente con Marín siguiéndole los pasos, al final terminaron bailando juntos una vez más.
Ambos en la entrada de Piscis, se pusieron a bailar, está vez no se veía tan rígido como la primera vez que lo hicieron, está vez, se veía hermoso y de un momento a otro Aioria y Marín se dejaron llevar por el momento y entre ambos tararearon una canción que acompañado de sus pasos creaba el baile perfecto.
En el cielo, Piscis, leo y la constelación del águila iluminaban con gracia ese baile y sin importarle esos dos amantes siguieron bailando, teniendo un momento para ambos, en donde se olvidaron de todo y se dejaron por llevar por la fuerza de su amor y continuaron su baile, hasta que sus pies no pudieron más y a su habitación llegaron después de haber disfrutado de un hermoso baile a la luz de la luna y las estrellas que desde el cielo los observaban.
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30 Días Con Aioria Y Marin. -TERMINADA-
RomanceÚltima edición de 30 días con , dedicado exclusivamente a mis parejas favoritas del mítico anime Saint Seiya.