IX

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Los cubiertos al chocar con los platos sonaban con fuerza en el silencio de aquél comedor. Cinco integrantes degustaban de un bistec con puré y ensalada, pero por más apetitosa que se viera la cena no se podía eliminar la tensión del ambiente.

Normalmente, Athanasia siempre contaba lo que aprendía en el día de sus estudios. Ya la jóven aprendió todo lo que podía de teorías para pasar el rato. Ahora se fue incluso por un nivel mucho más avanzado incluso que el de su padre. Aprendió cinco idiomas en un corto período de tiempo para el orgullo de Claude, ya ni él sabía que más podía enseñarle a su niñita. Ahora Claude aprendía de ella.

Pero se equivocaba, puede que Athanasia se supiera incluso los poemas más difíciles en otros idioma, pero le faltaba algo y ese algo era madurar.

Educada, respetable, hermosa, inteligente, justa y audaz. Pero un simple capricho podría hacerla olvidar todo lo que aprendió. Sin darse cuenta, la máscara de niña perfecta se cayó para mostrar sus verdaderos colores.

Intrépida, sarcástica, aventurera, divertida, graciosa y aún conservando su belleza. Esa podría ser una descripción mucho mejor para Athanasia.

-Papá, pronto cumpliré catorce años.-La voz dulce de Athanasia cortó el silencio - estuve pensando, tal vez sería buena idea salir al aire libre, me refiero a ir más allá del bosque... Me gustaría conocer Obelia.

Félix miro a Claude con nerviosismo, Athanasia miraba a Claude con una mirada ilusionada, así era imposible que se negara, él se lo prometió al frente de todos.

Tenía un diablo en mí hombro izquierdo diciéndome "vamos Atthy, sácale el tema y realiza lo que te venga en gana, cumple tus deseos" por otro lado en ángel en mí hombro derecho decía: "vamos, es papá. Aunque no nos quieras decir sus motivos solo nos está protegiendo"

¡Yo puedo protegerme sola! Para algo fueron las clases de defensa propia de Félix, ¿O me dirás qué fue para pasar el rato? De nada me sirve aprender defensa si no tengo nada de que defenderme.

-No lo creo conveniente, últimamente Félix dice que es muy peligroso.

Apreté los puños debajo de la mesa molesta, ¿Peligroso? Siempre es peligroso para tí, pero nunca me dices el por qué.

-Atthy, tu padre tiene razón, tus ojos son diferentes al resto de los ciudadanos, sí algún vendedor te ve podría sacarte los ojos y venderlos en el mercado, mejor te quedas aquí dónde podemos protegerte y no tienes que preocuparte de nada- está vez fue Lilly quién hablo, su dulce voz pareció calmar a todos en la mesa, pero solo aumentó mí molestia.

-Ya no soy una niña, puedo defenderme yo sola.

-Athanasia, ya basta- Claude intento parar las quejas, pero no pude más y explote:

-¡No! Estoy cansada de que me traten cómo una niña, en unas semanas tendré catorce años, siempre hago todo lo que me piden sin quejarme pero cuando pido salir siempre se niegan -mí pecho subía y bajaba con rapidez, sentí mís mejillas calientes y no tenía que ser muy lista para adivinar que estaba roja de la furia- ustedes siempre pueden ir y venir sin problemas, y yo me quedo sola aquí esperando su regreso. Estoy harta de su sobreprotección, quiero vivir mí propia vida y aquí encerrada no lo voy a lograr jamás.

-¡Athanasia!- la voz de Diana que permaneció en silencio reprendió a Athanasia.

-¡Suficiente!-Claude se levanto de la silla golpeando sus manos contra la mesa, todos quedamos sobresaltados por la sorpresa - sí digo que no saldrás de aquí no lo harás, sí yo digo que es muy peligroso no lo digo porque sea falso, es la verdad. ¿Crees qué no tengo miedo cuando salgo a trabajar dejándote sola? Obelia es un campo de juego, apenas te descuidas estás muerta.

La princesa pérdida de Obelia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora