La suerte y la principiante

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Suena una melodía

¿Qué hora es? Miro el teléfono y son las 5 A.M. Qué calentita estaba en mi cama, me volví a tapar con la sábana. Espera, ¿Qué!? ¡Llegaré tarde! ¡Tengo la presentación a las 6! ¡Odio madrugar!

Me levanté de la cama a regañadientes y me miré al espejo, tenía ojeras. Empezamos bien el día...

Busqué en mi nuevo armario la ropa que llevaría para hoy. Menos mal que la dejé preparada ayer por si acaso. Me puse un jersey tejido de invierno blanco, unos pantalones negros y una chaqueta que hacía conjunto con mis pantalones. También unos zapatos formales de tacones bajos. Ahora arreglarme el pelo, echarme maquillaje et voilà. ¡Espera! ¡El bolso, la documentación, el dinero, las llaves...! ¡Qué desastre! Casi me dejo todo aquí.

Salí de mi apartamento casi tropezando y busqué la parada de bus que me llevara hacia "The City" en Westminster. La encontré gracias a que antes me informé de las ubicaciones.

...

Ya estaba en el recinto financiero. La arquitectura de este recinto es de estilo moderno aunque paradójicamente aquí, en "The City", fue donde se asentó el pueblo romano en la antigua Londinium.

Entré en Heron Tower, según me indicaron por teléfono la última vez que hablé con el personal que me llamó.  Me he informado. Este rascacielos utiliza células fotovoltáicas para generar energía renovable, por lo que es un punto a favor para mí. Me identifico con el medio ambiente y espero que las energías renovables puedan ser nuestra posible futura salvación y remarco "posible".

Bueno, llegó mi momento. Estoy nerviosa pero ¡seguro que me encantará!

Entré a la recepción y pregunté en qué planta se encontraba el departamento de recursos humanos. El recepcionista me dijo que estaba en la planta 44. Subí al ascensor corriendo y le dí al número correspondiente. Miré mi reloj y eran las 5:45 A.M. Estaba nerviosa. Empecé a hacer ruidos con mi pierna derecha sin darme cuenta mientras miraba, desde el ascensor, la altura en la que me encontraba. Cada vez subía más y más alto. Ya había amanecido, recordé que aquí amanece antes que en España.

¿Qué me preguntarán?

Espero poder responder bien en inglés...

¿Pero qué digo? Si yo se hablar inglés.

¿Pero y si fallo?

No fallaré.

Aún estás a tiempo de irte

No me iré.

¿Seguro que sirves para esto? ¿Lo conseguirás?

Sí y cállate ya, subconsciente.

Sabes que no puedes hacerme callar porque soy parte de ti

Intenté mirar las vistas del ascensor para intentar distraer a mi hiperactiva mente. Por fin llegué.

Había otra recepción en esta planta y pregunté por el departamento de recursos humanos para realizar una entrevista. La recepcionista me apuntó y me dijo que tendría que esperar cinco minutos más. Ella se encargaría de llamarme y llevarme a la sala correspondiente. Le di las gracias y me senté en uno de los muchos sillones que había en la sala de espera.

Por fin escuché mi nombre. La recepcionista me miró y me hizo señas para que la siguiera. Me levanté casi de un salto y me fui tras ella corriendo mientras me ponía en mi hombro derecho mi bolso. Llegamos a la sala y ella me dejó en ese instante. Toqué la puerta dos veces para pedir permiso y entrar. Un hombre enchaquetado me abrió la puerta y me dijo que pasase.

—Hola, ¡Buenos días!

—Hola, ¡Buenas!

Nos apretamos la mano mutuamente

—Siéntese, por favor. Bueno, aquí tengo su currículum. Entonces, Eliza, te has graduado en Administración según veo.

—Sí señor, el pasado año terminé el grado.

—Ya veo. ¿Por qué quiere trabajar fuera de su país?

—En España es difícil encontrar trabajo y los sueldos son bajos. Además, me gustan los retos y pensé que esta sería una capital potente para desempeñar mis futuras labores, además de ser una oportunidad.

—Me gusta su actitud aunque debo preguntarle por curiosidad, ¿usted se defiende bien con el idioma sin tener ningún título que lo acredite?

—Sí. El inglés se me ha dado bien desde siempre. Además, en la práctica es como mejor se aprende y debo decir que tengo pendiente sacarme un título que lo acredite.

—Oh, ya veo. Interesante. Creo que usted puede ser una buena candidata. Venga mañana a la misma hora para hablar sobre nuestros términos y condiciones. Le explicaré más sobre el puesto que desempeñará en la empresa. ¿Está de acuerdo?

—Sí, gracias señor.

—Por favor, no me llame señor. Llámeme James Grain.

...

Salí del edificio pensando que todo lo que había hablado dentro había sido un sueño lleno de nervios e incertidumbre. Suspiré de alivio por haberlo conseguido o eso espero conseguir.

Me dirigí caminando hacia mi apartamento dando saltitos de alegría, canturreando y sonriendo. Todos me miraban de forma extraña pero ya me daba igual, era feliz. Mañana sería otro día. Tengo curiosidad por saber en qué puesto de la empresa me habrían puesto.

¡Qué ganas de que llegue mañana!

✨BLUE EYES LIKE SKIES💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora