Riverdale, The Dangerous Town | TTOS3

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—Si tan solo pudiéramos encontrar el arma que usó Andre para matar a Cassidy..—Hablé desesperada. Veronica, a mi lado revolvía su milkshake de chocolate, el mío estaba intacto y Betty al otro lado de donde me encontraba terminaba de dar un sorbo al suyo.

—He rebuscado en el Pembrooke. Mi padre borró cualquier rastro de Andre tras los disturbios.—Respondió Roonie cansada.

—No la habría traído desde Shadow Lake, así que probablemente la habrá tirado allá.—Afirmó Jug sentado frente a mi al lado de Archie.

—Entonces, ¿qué? ¿Volvemos de nuevo al lago? Ya buscamos.—Respondió Betty sin saber qué hacer.

—Bueno, busquemos de nuevo. Usemos detectores de metales.—Dijo Jughead buscó una solución.

—Si conseguimos el arma de André, lo plantamos...—Comenzó Veronica y todos asentimos proponiéndonos un nuevo desafío.

—No.—Interrumpió Archie. Todos lo miramos confundidos.—No quiero pasar el que podría ser mi ultimo fin de semana buscando pruebas que no hay, plantándolas quien sabe donde.—Habló.

—Archie, tenemos tres días más para demostrar tu inocencia.—Dije. El se pasó las manos por la cara cansado.

—¿Qué quieres que hagamos, Archie?—Preguntó Betty.

—Lo que dijo el juez. Después del peor verano, quiero que pasemos un fin de semana largo normal.—Pidió.—¿Podemos hacerlo?

—Si es lo que en verdad quieres, Archiekins.—Se rindió Veronica. Archie asintió contento y todos le seguimos derrotados.

—Entonces, ¿donde iremos?—Preguntó Jug con una sonrisa, pero fue interrumpido por la campanilla de Pop's, dejando ver a Cheryl entrar caminando como una diva. Bueno, Cheryl siempre lo es.

—Saludos, tontos.—Llegó hacia nuestra mesa.—Quería avisarles que después de mis increíbles tres meses con Toni atravesando el país en moto, celebraremos una gran fiesta en la piscina de Thornhill.—Describió.—Y todos están invitados. Aunque como Archie probablemente irá por el corredor de la muerte, el resto tendremos nuestra graduación..—Jughead suspiró irritado ante su comentario, Verónica, Betty y yo miramos a Archie quien había dejado de mirar a Cheryl para ver hacia la mesa con una expresión neutra.—Entiendo si no tienen ganas. Inviten a quien quieran, pero adviértanles: tengo ganas de problemas. Chaito.

Cheryl se fue resonando sus tacones por todo el salón y Archie nos dedicó una mueca forzada para que viéramos que estaba bien, ya que cuatro pares interrogantes de ojos lo miraron cuestionándose si lo estaba. Aunque sabíamos que no era así.