Riverdale, The Dangerous Town | TTOS3

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Jughead y yo entramos con nuestras manos entrelazadas a la taberna, cuál estaba decorada con globos para el cumpleaños de FP.

—Feliz cumpleaños, Sr. Jones.—Me dirigí hacia él y saqué mi mano de la de Jughead para abrazar a su papá a la vez que la mamá de mi novio daba un "Aww".

—Gracias, Ally.—Agradeció devolviendo el abrazo.—No hace mucho hiciste algo así para Jughead, ¿te acuerdas?—Mencionó mientras dejábamos de abrazarnos y me apoyaba en el brazo de Jughead mientras dábamos una risa incómoda.

—Es mejor no recordarlo.—Dijo Jug mientras daba una risa incómoda ya que esa noche fue cuando terminamos y comencé a hablar con Sweet Pea. Di una suave risa ante su comentario.—Feliz cumpleaños, papá.—Dejé de apoyarme en él y Jug abrazó a su padre mientras él murmuraba un "Gracias".

Jug y yo nos sentamos en la mesa donde se encontraba Jellybean y dos puestos vacíos para FP y su esposa. Minutos después, el cumpleaños dió inicio.

—Gracias a todos por venir a homenajear a uno de los mejores de Riverdale.—Habló con un micrófono Gladys Jones en el escenario de la taberna.—Mi esposo, FP Jones.—Aplaudimos todos en su honor.—Una vez fue un rey, un gran rey. Tal vez el mejor.—Le sonrió.—Pero creo que el mejor rol que ha tenido es el de ser padre.—Halagó.—¿Por qué no le pedimos a Jughead que de algunas palabras?—Pidió.

—¿Tienes alguna idea de lo que vas a decir?—Le susurré al chico sentado a mi lado ya que no le quedaba otra alternativa que ir al escenario.

—Ni idea.—Murmuró en respuesta mientras se paraba de su lugar para dirigirse a la tarima y ladeé mi cabeza.

Jughead llegó al escenario en donde su mamá lo recibió con un abrazo.—Gracias.—Dijo mientras los aplausos pararon.—No es secreto que a los hombres Jones no les gustan las fiestas, somos más bien melancólicos.—Comenzó y sonreí por experiencia propia.—Recuerdo cuando me hiciste prometer que no dejaría de escribir, y no lo hago, escribo todos los días. Pero podría teclear todas las noches en una mesa en Pop's y aún así nunca poder escribir una historia tan increíble como la tuya.—Dijo Jughead mirando a su papá fijamente. Mi corazón se derritió de ternura.—Pasaste del lado incorrecto de las vías al lado correcto de la ley. De rey Serpent a sheriff de Riverdale, de ser un hombre al que la mayoría en esta ciudad daba por perdido a alguien que enmendó sus errores y reunió a nuestra familia, ese es el que eres para mí.—Caracterizó y podía jurar que de mis ojos brotaban corazones y me declaraba la fan número uno de Jughead Jones.—Hay algo que debes saber de esta mi familia.—Me miró por unos segundos a mí quien mi expresión facial había cambiado a una consternada ante lo que diría frente a todas las personas presentes.—Es que siempre te apoyaremos.—Completó arrepintiéndose de confesar.—Por tus 50, papá. Y por 50 más.

Volví a tener una sonrisa en mi rostro y aplaudí feliz ante su discurso. Después de estar un rato en la mesa con la familia de Jug, fuimos a la barra.

—Ese fue un discurso hermoso, Jug.—Halagué mirándolo fijamente.

—Gracias. La mayor parte de él es verdad.—Insinuó la mentira que su mamá le había obligado a mantener. Suspiré y me di la vuelta a la vez que el atras mío también lo hacía quedando en dirección hacia la mesa de FP, Gladys y Jellybean.

—¿Qué harás ahora?—Cuestioné.

—Salvar a Jellybean, proteger a mi papá y echar a mi mamá del pueblo.—Sonreí levemente ante su plan bien hecho.—¿Me ayudas?

—Siempre.