Riverdale, The Dangerous Town | TTOS3

9

Maratón 2/3

—Veronica dice que tendrá un código de vestimenta muy estricto en su taberna.—Informé mientras caminábamos con Jug por el pasillo.

—Por supuesto, es una taberna y es la de Veronica.—Murmuró divertido y yo reí levemente.—Oye y.. ¿qué insinúas?—Preguntó haciéndose el ofendido.

—Mmm..—Evité su mirada para poder hacer bien mi broma y no reírme y el dejó de caminar mirándome seriamente, haciendo que yo riera fuerte.—Es broma. Te ves bien con todo, cariño.—Él sonrió un poco sonrojado y me tomó del mentón para darme un corto beso. Nos separamos con una sonrisa y seguimos caminando.

—Mira, Ethel volvió.—Informó Jug.

—Y está hablando con esa rara chica de la granja.—Llegó Betty con nosotros .

—¿La conoces?—Pregunté confundida a la rubia a mi lado.

—Sí, esa chica me aterra.—Admitió.—La Granja y los Evernever llegaron a Riverdale en el verano, al parecer. El papá de Evelyn, es su líder. Mi mamá no para de hablar de él.—Informó.

—Espera, oh por Dios.—Susurré y tomé del brazo a Jug y a Betty poniéndolos detrás de un mural.—¿Qué pasa si el juego está relacionado con la Granja? Llegaron en verano y fue cuando Ben, Dilton y Ethel comenzaron a jugarlo. Entonces el papá de Evelyn es como un..

—¿Rey?—Completó Jughead viéndome y comenzando a asentir juntando las piezas.

—Esperen, me perdí.—Interrumpió Betty.

—Ally y yo estamos investigando sobre un juego, un juego en el que Ben, Dilton y Ethel jugaban y terminó quitándoles la vida, bueno, menos a Ethel aunque esta última tuvo una convulsión.—Resumió Jughead.

—Igual que yo...—Murmuró Betty con el ceño fruncido.

—Exactamente. ¿Qué pasa si está todo conectado?—Teoricé.—Betty, tú investiga más sobre la Granja y nosotros indagaremos más en el juego.—Me dirigí hacia ella y ésta asintió.

—Ethel, hola.—Saludó Jug a penas entramos al salón de química, ella estaba sola, comiendo.—¿Vas a comer sola? ¿Te importa si...?

—Estoy bajo medicación.—Interrumpió.—Por las convulsiones, las tenía muchas veces en el día.—Informó.—Es muy fuerte.

—Mira, si Ally y yo hicimos algo que causara tus ataques, lo sentimos. Queríamos solo ayudarte.—Se disculpó Jughead. Yo no podía hablar.

—¿Cómo ayudaron a mi novio, Ben, cuando saltó por la ventana?—Cuestionó irónica.

—Ethel...—Susurré y me senté frente a ella.—Cuando colapsaste, ¿tuviste alguna visión?—Interrogué suave.

—No recuerdo, la verdad.—Contestó con una mueca.

—Está bien..—Apreté mis labios y proseguí.—¿Desde cuando eres amiga de Evelyn Evernever?—Me atreví a cuestionar.

—Evelyn es la mejor.—Sonrió enseguida.—Me visitó en el hospital, me ayuda a mejorar para reducir mis medicinas.

—¿Fue idea suya o de su papá?—Pregunté interesada.

—Deberías ir al grupo de apoyo de Evelyn.—Río levemente. Yo fruncí el ceño.—El director Weatherbee le dió permiso para empezar un grupo estudiantil de la Granja.

El timbre sonó y Jug me miró como cuestionando si era el momento de hacerlo. Yo asentí rápidamente para que siguiera el plan antes de que Ethel saliera de la sala.

—Ethel.—Llamó Jug haciendo que esta parara de caminar y se diera vuelta.—Antes de que Ben...—No completó la frase por la reacción de Ethel al mencionarlo, su rostro se desencajó.—Habló de reunirse con Dilton en el Reino. ¿Sabes que significa eso?—Preguntó. Ethel miró hacia otro lado nerviosa.—Hay dos personas muertas por jugar Grifos y Gárgolas...

—GyG.—Interrumpió ella irritada.

—Y no sabemos por qué.—Siguió hablando Jug sin importarle su corrección.—Es una pregunta loca, ¿tienes unas reglas o un manual?—Cuestionó.

—¿Te refieres a las escrituras?—Dijo confundida.

—Sí. Eso.—Respondió rápido Jughead.—¿Posees una copia?—Preguntó ansioso.

—No puedo decírtelo, obviamente.—Rodó los ojos.

—¿Por favor? Princesa Etheline.—Suplicó Jughead y yo apreté mis labios para no soltar una carcajada, aunque me reí suavemente y Ethel me miró con las cejas levantadas, por lo que miré a otra parte y lo disimulé con un suspiro.

—No me llames así.—Habló arisca.—No te has ganado ese privilegio.—Apreté mis labios con más fuerza para no reírme a carcajadas ahí mismo.—Y definitivamente no eres digno de las escrituras.

—Pero quiero serlo.—Siguió insistiendo Jug.—Quiero ser digno. ¿Me muestras cómo?—Ethel pareció pensárselo y luego me miró. Levanté mis cejas extrañada sin entender cuales eran sus intenciones.

—Mañana, en el búnker de Dilton. Pero... solo tú. Lo siento, Allison, pero nunca serás digna no importa cuánto te esfuerces.—Seguí apretando mis labios para no carcajear y le asentí a la rubia, dándole la razón. Ella se fue y Jug se dio vuelta con una divertida sonrisa.

—Ya puedes reírte.—Avisó Jughead sabiendo que estaba muriendo de ganas. Un ataque de risa llegó hacía a mi y el comenzó a negar con la cabeza, riéndose también. Solté un gran suspiro tratando de calmarme y lo miré con una gran sonrisa.

—Bueno, al parecer no soy digna, Juggie.—Me encogí de hombros y el siguió negando con su cabeza y entrelazó nuestras manos para caminar fuera del salón.

—Eres mala, Allison Andrews.—Bromeó.

—Así y todo me amas, guapo.