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Las cosas ya no estaban tan dispersas para nosotros. Kurtz ya no pertenecía a las Serpents y Jughead había decidido que nos uniríamos con el sheriff Jones, trabajaríamos para él y nos pagarían dándonos crédito para la universidad a la que entraríamos el año que viene. Por otro lado, Ricky se estaba quedando en nuestra casa con la autorización de mi padre mientras que la señorita Weiss nos daba una respuesta sobre una nueva familia para él. Betty nos había dado su número y solo necesitábamos que encontrara una familia para Ricky.

—Hola, señorita Weiss.—Contesté el teléfono mientras terminaba de ordenar mis deberes.

—Allison, el administrador del Refugio en donde Ricky se quedaba por fin me llamo.—Avisó y paré de hacer lo que estaba haciendo para sentarme en mi cama y prestarle atención.—Halló una coincidencia, el nombre completo de Ricky es Ricardo DeSantos.

—Espere, ¿DeSantos?—Pregunté impactada.—¿Cómo Joaquín DeSantos?—Recordé atando cabos a la antigua Serpent que intentó apuñalar a Archie

—Sí. Según su expediente, Ricky es el hermano menor de Joaquin.—Dejé escapar un sonido de sorpresa.—No solo eso, también dice que Ricky es violento y se autolesiona.—Abrí mis ojos y sentí como dejaba de respirar.—¿Dónde está él ahora?

Jugando con Archie. Archie. Me paré de la cama de un salto y traté de calmar mi respiración.

—Señorita Weiss, debo colgar, estaremos en contacto con usted.—Hablé rápido y sentí como mi corazón palpitaba a mil por hora.

—Por favor, tengan cuidado.—Pidió con preocupación en su voz y colgué nerviosa.

Abrí la puerta de mi habitación con rapidez y corrí abajo saltándome escalones y a la vez cuidando no caerme.

—¡Archie! Archie.—Exclamé llegando hasta el salón y justo Archie estaba en el pasillo dirigiéndose a la cocina.

—¿Qué pasa?—Preguntó confundido.

—¿Dónde está Ricky?—Cuestioné mientras sentía que mis manos tiritaban.

—Está en la...—Nos dirigimos a la sala y no terminó la oración al ver que no había rastro de él en ningún lado.

Archie me miró frunciendo el ceño y con mi dedo índice, le indiqué que se callara. Le apunté a la puerta que daba con las escaleras mientras yo iba por la de la cocina, así buscaríamos mejor y en caso de que se presentara estaríamos ambos allí.
La casa se inundó en un silencio profundo, ambos tratábamos de pisar con delicadeza para que no nos escucháramos. Ricky no aparecía por ningún lugar, hasta que escuché voces en la cocina.

—¿Qué estás haciendo?—Preguntó un Archie nervioso. Sigilosa, me acerqué a la cocina apareciendo detrás de Ricky de manera que solo Archie podía verme. Mi corazón dejó de latir cuando vi que el niño tenía un cuchillo alzado en su mano.

—Solo así las Gárgolas me dejarán entrar y jugar con ellos.—Gritó como si no quisiera hacerlo pero a la vez no tuviera otra opción.

—¿Las Gárgolas?—Preguntó Archie tartamudeando confundido.—Ricky, no es necesario que hagas esto.

—Debo terminar lo que él empezó.—Declaró. Archie frunció su ceño y curvé mis labios en una linea.

Riverdale, The Dangerous Town | TTOS3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora