Perfecto Desastre

Capítulo 6

" CAMBIOS Y DISPAROS "

Isabella:

1... 2 ... 3...

1... 2... 3...

Son seis y más disparos siguen.

Dejo la moto aún lado y salgo a correr detrás de un carpa, me quito las botas militares sacando mi arma —y algo más— voy al lugar donde está el chico castaño que quedó tercero, el cual empezó a disparar por mero placer, su banda llega justo cuando estoy cerca de él por disparar.

—¡Cy! ¡Para! —le grita una chica a pocos pasos de él, pero el sigue con los disparos.

—¡Haz que pare o yo lo haré! —aviso a la chica.

—¡Por favor no dispares! ¡Para, Cy, para! —grita, zamarrea al chico, que de un golpe la tira lejos de él para continuar a los tiros al aire.

—¡Suficiente!

Corro los pocos metros que me separan de él esquivando cada disparo que intenta darme, hasta que se queda sin balas y busca otra pistola en su pantalón pero al verme llegar para darle un golpe olvida su búsqueda y esquiva mi golpe empezando nuestra pelea cuerpo a cuerpo.

Todos mis golpes los esquiva al igual que yo los suyos, ninguno habla solos nos concentramos en esquivar los golpes del otro tratando de derribarlo, hasta que el decide romper el silencio.

—Pensé que ya me habría desecho de todos ustedes —grita tratando de tumbarme al piso—pensé que jamás...

—¿De qué estas hablando? —me atrevo en preguntar.

—¡De tú estúpido superhéroe princesa pelirroja! —grita con furia, me paro en seco al escuchar como me llamo, todo a mi alrededor se paraliza junto a mi, lo único que puedo escuchar es el sonido agitado de mi respiración con los acelerados latidos de mi corazón, ni siquiera siento cuando el chico buitre me tumba al suelo—. Pensé que me deshice de él hace años pero esa rata esta otra vez aquí.

No puedo creer lo que me esta diciendo, todo vuelve a mi mente de golpe y mi cabeza duele al recordar todo lo que pasó esa noche: los disparos, la emboscada, el trato, la oscuridad.
Todo se reproduce en mi mente como si de una película se tratara, volviendo años atrás no me doy cuenta cuando es que saca su pistola y me apunta.

—Veamos si le gusta que yo tenga a su princesita —susurra en mi oído, esa provocación basta para que le de un golpe en el estómago y retroceda.

Me pongo de pie y pateo lejos la pistola que él tenía y antes que se reincorpore le doy un golpe seco detrás de la nuca, suficiente para que quede inconsciente.

—No te muevas o disparo —siento el cañón frío de una pistola en el lateral izquierdo de mi cabeza—. Por tú bien mejor que este vivo.

—Tranquilo buitre, él está bien, solo duerme —aviso—pero la chica de allá sino me sueltas, puede que no corra la misma suerte que él —señalo, de pronto llegan mis amigas junto a Blake y las demás con sus armas rodeando al bando de los buitres que están sobre mi.

—Suéltenla —ordena Blake— o Roxie, aquí a mi lado, les disparará una flecha en cada una de sus cabezas antes de que puedan dispararle a ella —amenaza, al oír su voz obedecen sin rechistar.