40. Ella

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(Cambio de narrador)
No puedo con mi abdomen del dolor que estoy provocando al reír.

- Hostia-­. Dice después de carcajear durante una decena de segundos. -Parece que he tomado treinta chupitos de limoncello sin parar-.

- Dime, Estefi, ¿eres carne de cañón?-. digo divertido y ella me mira seria. -Ya en el tema...-.

- Pa' tu derrota-. Responde.

- Y, ¿debería llamarte tarde?-.

- Sí, para que los niños estén dormidos-. Bromea y alcanza el cuello de mi camiseta para jalarme y besarme.

- Va, ahora en serio, esposa-. Le coqueteo. -¿Viajarías conmigo a... Las Vegas? O, tal vez... ¿New York?-.

- Hale, hale, a la mierda también, ¿eh? El mercado del pueblo está en casa-. Cachondea.

- Tú, lo que quieres es sexo, ¿no?-. le desafío.

- Digamos eso-. Sugiere y se levanta de la silla para seguir ordenando la compra.

- ¡Mierda! Esperanza me ha enviado una lista de ropa que me tengo que comprar para el viernes-. Me quejo al ver el mensaje de WhatsApp que me acaba de llegar.

No quiero irme de aquí. Los echaré de menos a todos. No me gusta dejar a Estefi sola con los niños.

- Vamos esta tarde al centro comercial. A Fede le hacen falta unos pantalones-. Indica.

- ¿Sabes? Quiero que vengas conmigo a Madrid-. Evado el tema de mi ropa.

- No puedo, estoy trabajando, amor-. Dice triste. -Ábreme el bote de tomate, porfa-. Me ofrece un frasco de cristal y lo tomo.

- Ya te gustaría presumir de una bolaca así-. Abro el bote y se lo devuelvo.

- Tienes a la media generación de tías pilladas por ese músculo-. Dice sarcástica mientras señala mi brazo con su índice. -Bueno, a Coco también-. añade.

SUEÑO. [Pablo Alborán]Where stories live. Discover now