SUEÑO. [Pablo Alborán]

39. Invasión Musical

(Cambio de narrador)

Oírle cantar en mi oreja provoca una catástrofe en mí. Esta canción nació bajo mi atenta mirada de joven psicópata enamorada. Cruzábamos las miradas, pero siempre acababan en esa descarada guitarra que impedía que me lanzara a besar al chico que la sostenía.

Y es que nunca fuimos buenos en amar
Porque nunca nos quisimos amarrar

Si yo tuviera la llave de tus ojos cerrados
Si yo pudiera inventar cada recuerdo, cada abrazo
Si hoy encuentro respuestas y descubro la cura
Al final de la historia no habrá guerras, ni armaduras

Siempre hemos tratado de avanzar
y si caías, yo caía
contigo detrás
Pase lo que pase, sé que yo
no voy a odiarte porque así
aprendí a amar

Acabo con el rostro empapado de lágrimas.

- Quien me iba a decir a mí que todo esto ocurrirría-. Digo sin pensarlo.

- "Tu refugio". ¿Qué te pasa con mis frases ahora, cariño?-. pregunta sentándose en la silla de enfrente de donde estoy yo.

*Me acabo de dar cuenta que estoy sentada*

- La verdad, no sé qué me ocurre. Tenía mucho peso sin decírtelas-. Le explico.

- Las has pensado en tu soledad-. Dice de inmediato.

- ¿Cómo sabes...?-. pregunto nerviosa.

- Yo tengo ganas de recitarte-. Se encoge de hombros con una sonrisa pícara y apoyando sus antebrazos en la mesa. -Cada trayecto en la furgoneta me quedaba callado y te pensaba en la cama, desnuda, esperando a que volviera de caminar con Coco-. Su mano se mete en el escote de mi pijama rozando su mano en mis pechos. -Amo cuando no llevas ropa interior debajo del pijama-.

- Pablo, nos pueden ver los niños-. Le recuerdo.

- Oye, ¿y qué tal si te llevo de viaje?-. sugiere retirando su mano.

- Eh...-. Titubeo y él se ríe.

- No te cortes, dilo-. Suplica con la cara de cachorrito que sabe que me agita.

- Me debes un viaje por el universo-. Me cubro la cara para no ver su risa. -Joder, soy idiota-. Le digo.