El rato en casa de Miriam me vino realmente bien. Conocí un poco más de la mejor amiga de Mimi, cómo se conocieron antes de entrar en el programa y cómo terminó convirtiéndose en uno de sus mejores apoyos al salir. Ella, por supuesto, estaba totalmente en contra de la boda, pero como amiga que era había accedido a ser uno de sus testigos y a estar allí apoyándola a pesar de todo. Eso, sí, me recalcó más de una vez que yo era la persona que podría evitar ese enlace, tanto que sus palabras resonaron en mi cabeza durante toda la noche.
La semana estaba pasando demasiado rápido y mi estado de ánimo no es que fuera muy bueno teniendo en cuenta que cada vez quedaba menos tiempo. No llegué a ver a Mimi ningún día aquella semana, supongo que supo esconderse bien o directamente pasó de volver a interesarse por mí. Aquella imagen de Adrián entrando en su piso también me hacía dudar sobre muchas cosas, pero luego recordaba las palabras de la gallega y me repetía a mí misma que seguramente solo fuese una visita para planificar los últimos detalles de la boda.
El viernes mi humor estaba bastante irascible, aunque intenté controlarme por el bien de mis compañeros. Intenté concentrarme en el trabajo que tenía y ultimar los detalles de las bodas del próximo fin de semana, hasta que unos golpes en mi puerta me descentraron
- Ana – mi jefe asomaba la cabeza por la puerta – hay dos personas que quieren hablar contigo. No tiene cita, pero dice que es bastante importante – me extrañé porque no eran muchos los que sabían que había cambiado de trabajo, pero, atendiendo a mi profesionalidad, dejé que pasaran.
Mi jefe abrió la puerta del todo y cuando me encontré a aquellos dos hombres no me podía creer en absoluto su visita
- Buenos días – contesté lo más formal que pude al ver la estampa y teniendo en cuenta que mi jefe estaba todavía presente
- Hola, Ana – contestó Adrián seriamente mientras el mánager de Mimi le seguía y cerraba la puerta detrás de él
- ¿Cómo sabéis que ahora trabajo aquí? – pregunté curiosa - ¿Qué queréis?
- Se llama tener contactos o una exjefa a la que parece que mucho no le interesas – respondió el representante mirándome mal
- Solo venimos a dejarte las cosas claras – comenzó Adrián – ya os hemos salvado el culo de una, así que esperamos no tener que hacerlo más
- ¿Es una amenaza?
- No, es solo un aviso – inquirió Miguel – no queremos volver a tener que tapar fotos vuestras y menos ahora, así que más te vale no volver a verla
- ¿Perdón? – pregunté sin creerme todo aquello
- Y ni se te ocurra aparecer mañana en la boda
- Primero, no sois nadie para decirme lo que tengo o no tengo que hacer – respondí – y segundo, si quiero ir a la boda, iré, porque si alguien quiere a Mimi y busca su bien, soy yo, no dos estúpidos como vosotros que lo único que miráis es vuestro propio interés
- Mira, bonita – Adrián se acercó demasiado a mí – no te lo repetiré más veces. No te acerques a ella y sino, atente a las consecuencias
- Haré lo que me dé la gana – dije separándome – y ahora, si son tan amables, ahí tienen la puerta, no me hagan llamar a seguridad
Se fueron dando un portazo y a continuación volvió a entrar mi jefe preguntándome si estaba bien al haber escuchado voces desde el otro lado. No tardó en irse notando en mi cara que no me apetecía hablar mucho del tema, pero agradecí su comprensión y su apoyo.
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Aitana me obligó a salir a tomar algo aquella noche. Acepté porque el plan solo era tomar algo tranquilito en un bar cercano y charlar un poco de nuestras cosas. En cuanto nos sentamos y nos trajeron las dos cervezas que habíamos pedido, le conté a mi amiga lo que me había pasado aquella mañana en mi propio despacho. Aitana alucinaba con cada una de las palabras, sentía rabia y no quiso quedarse callada. Me aconsejó contárselo a Mimi, pero no quise meterla en más problemas de los que ya tenía. Además, desde el encuentro el lunes no había vuelto a hablar con ella y tampoco creía que volviera a hacerlo de momento
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Un cuento sobre el agua
FanfictionDicen que cuando encuentras al amor verdadero lo sabes, que hay algo en tu interior que hace que no puedas dejar de pensar en esa persona. Sin embargo, nadie te avisa de cuándo es el momento ideal para descubrirlo, de cómo será tu vida en ese instan...