A TU LADO (segunda temporada de INOCENT)

8.🌙

Lisa

-. ¡Bienvenida a casa!- Habló Jungkook agarrándome de mi cintura fuertemente.

Mis ojos pasaron por mi sala y comedor, con mucha nostalgia.

Sonreí con pesar y me solté de Jungkook quien me observó atento todo lo que hacía. Había sido dos meses que no volvía a mi hogar, tanto tiempo que estuve lejos que lo extrañé. Unas patitas resonaron y un llanto entro a mis oídos al ver a mi perrita correr hacia mi con emoción.

-. ¡Canela!- Grite y la recibí gustosa mientras ella me lamia con furor.

Ella era otra que la había extrañado, Jungkook la cuidaba y todo pero, casi no jugaba y se la pasaba observando la puerta esperando a mi regreso. Sonreí muy feliz y las lágrimas salieron de mi al tenerla en mis brazos y como lamia mi estómago abultado.

-. Vaya al parecer alguien genial extraño demasiado.- Comentó Jungkook sonriendo.- Iré por las maletas.

Asentí y me levante.

Mientras Canela corría por un juguete. Pose mi mano en la espalda y con un poco de mareo camine a mi cuarto. Con miedo del ultimo recuerdo que tuve aquella noche.

Lo cierto era que extrañaba todo, tanto tiempo que pase afuera en busca de un tratamiento que no afectara mi embarazo, mi hija peligraba. Sonreí con la mano en el pomo de la puerta y recordé cuando desperté, Jungkook había pedido ver que sexo era mi bebe, pero yo estaba en un coma temporal, suplicó y suplicó, entonces el doctor cansado de que le suplicara tanto, lo cumplió. Ese día, por los latidos de mi hija; desperté y fui testigo de la unión de las madres con sus hijos; algo simplemente inexplicable.

Al abrir la puerta, todo lucía tranquilo y ordenado, con una pequeña diferencia.

Había una hermosa cuna rosada.

Temblando me acerque y mis ojos se aguardaron por lo bella que era, tantos detalles y adornos, la colcha, el tul que se extendía con delicadeza. Peluches pequeños y unas cuantas pachitas para recién nacidos; Jungkook preparó todo para el primer momento, llorando toque la madera rosada y sostuve mi vientre al sentir que ella se movía levemente. Tenia cuatro meses, casi cinco, y Jungkook estaba preparado para verla ansioso.

Sentí sus manos en mis hombros y como su cabeza se posó en cuello, absorbiendo. Me sentí desfallecer.

-. La hice para ella.- Me gire hacia el y le sonreí con mis emociones a flote por tan hermoso detalle.- Se que no es tan bella como una hecho en un lugar especial, pero Namjoon me ayudo, al igual que Jimin. Quería que tuviera algo hecho por mi, y pues esto me pareció algo perfecto, pero si no te gusta, compraremos otra. No importa, solo lo que tu quieras.- Sus ojos estaba tan negros como la noche, esos que tanto me habían enamorado. Negando me pare de puntillas y tome sus labios atorseopelados y los junto con los míos, gimió en mi boca y su mano viajo a mi cabello corto, mientras su otra mano paso a mi cintura. Lo amaba demasiado y las lágrimas al bajar por mi cuello eran testigos de que no quería perderlo, pero si el destino lo deseaba así. Estaba feliz de que el no se quedaría solo y que habría hecho bien todo.

No estaba preparada para lo que pasaría, pero si sabia que el lo podría afrontar.