7. Secretos por descubrir

293 30 2
                                    

Llevo más de diez minutos en la biblioteca esperando a Lucas. Cuando estoy apunto de marcharme entra en la biblioteca con cara de haber visto un fantasma, un poco más raro de lo que ya es de por si.

-Empecemos-se limita a decir.

-¿Te encuentras bien?-digo mirándolo a los ojos intentando descifrar en ellos lo que ocurre, algo no va bien.

-Creo que si o lo estaré-contesta serio.

Hay algo rondando su cabeza que le atormenta.

-¿Que ha pasado?-insisto, nada con la cabeza un par de veces cerrando los ojos un par de segundos.

-Eso no es de tu incumbencia-dice aparentado el tema-Venga cuanto antes empecemos mejor-Nos pusimos a trabajar, lo miraba a menudo, en su mirada veía furia e ira, pero también una mirada triste y perdida. Una vez terminado el trabajo decido entablar conversación con él, al fin y al cabo mientras hemos hecho el trabajo me ha hablado bien, no tajante como lo hace siempre.

-No nos a quedado tan mal ¿no?-digo sonriendo.

-Ni tan mal -dice y una pequeña sonrisa se le escapa de la comisura de sus labios.

-¿Eso que ha sido?-digo con cara de asustada.

-¿El que? -dice sorprendido al ver mi faz.

-Lucas sonriendo, en las semanas que llevo contigo no te he visto ni una sola vez sonreír deberías sonreír más a menudo, te queda bien-le contesté riéndome.

-Shh calla, mancharas mi reputación-me regala otra sonrisa y suelta una sonrisa esta vez más amplia.

-Vamos progresando, bueno don reputación nos vemos mañana-me despedí mientras recogía mis cosas

-Adiós Laura -dice y los dos nos marchamos a nuestras respectivas habitaciones.

Sinceramente, no entendía a este chico, su humor ha cambiado a eso de una hora. No conseguía comprender esos cambios tan bruscos de personalidad en él, aunque no me quejo de la amabilidad que me ha brindado al final, sus actos han sido sorprendentes para mi. Cayendo en la conclusión que el chico es raro de narices. 

ºººººººººººººººººººººººººººººººººººº

Por la mañana como todas, tengo que levantar a Anna de la cama para no llegar tarde a desayunar. De camino al comedor me encuentro con Laia en el pasillo, que me hace un gesto para que la sigamos al baño. Entramos Anna y yo y bloqueamos la puerta.

-Tengo noticias- dice Laia entusiasmada

-Cuenta, cuenta- decimos al unísono las dos.

-Todo va cambiar, dentro de poco ya no me tendré que esconder para veros, ayer hablé con mi padre y... -dice, no puede casi ni hablar, pero un sentimiento de rabia al hablar de su padre le inunda la mirada - Pero, no todo será bueno, no puedo decir todavía nada mi hermano y mi padre me matarían pero quería que lo supierais. 

No, no me puede dejar con toda esta intriga. No quiero esperar. Hay algo que anda mal. Lucas ayer en la biblioteca actuó muy raro, alguien misteriosamente me atacó el otro día y Laia nos acababa de decir que ya no van a haber problemas, entre los elementos y los prodigios del fuego. Ellos tienen muchos secretos y yo voy a tratar de averiguarlo. Así que mi mente cayó en la cosa más absurda que podía pensar en este momento, pero decidí que sería una solución valida para poder enterarme de los que pasaba. Buscaría en la habitación de Ryder, haber si podría averiguar algo. Tampoco me quiero arriesgar a entrar al despacho de su padre y que me expulsen.

-No te preocupes cuando sea el momento adecuado nos enteraremos-digo ocultando mis pensamientos.

-De momento tenemos que irnos a clase que si no llegaremos tarde-dice Anna abriendo la puerta.

Prodigios De La NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora