16.Hola, Papá

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Hacía ya unas hora que habíamos dejado el hotel para ponernos de nuevo rumbo a mi ciudad natal.Las calles empezaban a hacerse conocidas cuanto más nos adentramos en ella, una pequeña ciudad del condado de Los Ángeles llamada Santa Mónica. Todo lo que dejé atrás aquel día seguía igual, las calles, los parques, las playas. Por supuesto que todo estaba igual, tan solo había estado fuera un par de meses era lógico, pero todo dentro de mi era tan distinto  La persona que vivía aquí era una adolescente normal, con su grupo de amigos que iba al instituto como cualquiera, sin poderes, sin padres villanos, ni poderes oscuros que no es capaz de controlar.Ahora es cuando me doy cuenta que esa vida que tenía era una autentica farsa, nada podía hacer que yo regresase a esa vida, ya no.

-¿Por donde es? -pregunta Ryder sacándome de mis pensamientos

-A dos calles gira a la derecha, después en la siguiente otra vez a la izquierda y el número 34 es mi casa -le respondo.

-Sera mejor que nos aseguremos de que no hay nadie en la casa, no querremos llevarnos ninguna sorpresa -dice Scott.

-Vale, aparcaré unos metros antes de la casa, nos bajaremos e iremos a pie, vosotras os quedaréis aquí en el coche y cuando sepamos de que es seguro volveremos -dice Ryder dirigiéndose a nosotras, Anna lo mira como para rechistar pero al final decide dejarlo estar.

Minutos más tarde le doy las llaves de mi casa a Ryder. Él y Scott se bajan del coche dejándonos a Anna y a mí solas dentro. Pasamos el tiempo en silencio sin decir ni una sola palabra.

-¿Te duele, venir aqui?digo,hechas de menos esto -me pregunta Anna rompiendo el silencio.

-Tu que crees, todo me recuerda a mi antigua vida, que resultó ser completamente una mentira. También me recuerda a mi padre que solo me quería para transmitirme sus sucios poderes oscuros sabes, me siento como una rata de laboratorio -le explico con ganas de romperme a llorar pero no lo hago, no lo voy a hacer más ya he llorado lo suficiente.

-Tranquila todo se solucionará y rescataremos a tu madre -dice para consolarme y yo asiento.

Tras una hora esperando a los chicos empezamos a impacientarnos. No sabíamos nada de ellos,puede que haya ocurrido algo deberíamos acercarnos haber si pasa algo, puede que algo vaya mal.

-Escucha Anna deberíamos ir haber que sucede, los chicos llevan ya una hora fuera y no han aparecido -le digo a mi amiga.

-Si, yo estaba pensando lo mismo, deberíamos ir a lo mejor están en apuros -dice abriendo la puerta del coche para bajarse,yo hago lo mismo. Nos dirigimos a mi casa y una vez en la entrada nos encontramos con la puerta abierta.

-¿Pasamos?- dice Anna tragando grueso.

-Por supuesto -digo entrando la primera armándome de valor entro sigilosamente en la entrada de mi casa, todo esta absolutamente igual que estaba desde que me fui, no hay nada extraño ni se escuchaba nada, entramos al salón y nos encontramos una visita inesperada.

-Cariño ya veo que te has animado a acudir a la fiesta -dice el señor que esta frente a mi, si por supuesto el era mi padre pero no me salía llamarlo así. El había atado a Scott y Rayder a unas sillas con las manos atadas en la espalda para que no pudieran usar sus poderes, también tenían la boca tapada y lucían como si les acabasen de dar una paliza, tenían cortes y puñetazos se veían muy mal heridos.

-Suéltalos hijo de la gran puta -dice Anna. Ella va hacía ellos pero no se puede mover, mi padre está usando sus poderes con ella

-Cariño le puedes decir a tu amigita que si que da un paso más tus amigos lo van a pasar muy mal -dice el mirándome fijamente y con sus poderes hace que Rayder y Scott se retuerzan de dolor.

-Vais a pagar lo que los de vuestro elemento ha hecho a nuestra comunidad, traicionándonos después de tantos años de alianza -dice mirando a ambos y estos vuelven a retorcerse de dolor -.¿Os gusto el regalo que os deje en el hotel? a puesto que si.

No sabía que hacer si usaba mis poderes, el haría daño a mis amigos, que otras opciones quedaban, mas que debía hacer.

-Basta, me quieres a mi ¿no? Pues aquí me tienes, deja a los demás en paz.

-¿Que quieres de mi? -le pregunto, el me mira y sonríe.

-Lo que ha buscado nuestra comunidad desde años, desde que nuestro señor nos creó hemos querido someter a la humanidad a nuestro control ser los amos del mundo, pero por desgracia nuestro señor está sumido en un sueño profundo por culpa de la creadora de los elementales que se sacrificó cuando él estaba a punto de tomar el control de la tierra, pasaron las generaciones y nos enteramos de una profecía para devolverlo a la vida. Esta decía que si uno de nosotros tenía un hijo con un elemental este cruce tendría el poder suficiente para despertar a Neos, nuestro señor y rey de los polun -me dice con una mirada fría que me hiela hasta los huesos de tan solo mirarle.

-Pero eso no despertará también a la creadora de los elementales -le pregunté.

-Por su puesto tenemos un plan para eso, pero ya han sido demasiadas preguntas. Cariño ven conmigo y únete a mi lado -dice persuasivo.

-Suelta a mis amigos -le exijo.

-Mi niña creo que no estás en posición de exigir nada, vendrás por la buenas o por la malas pero no te aconsejo lo segundo -dice con una mirada perversa. No se que hacer, no quiero irme con el, ni ser cómplice de esa estúpida profecía.

-Vamos no tengo tiempo que perder nuestro señor nos espera.-

-No Laura, no hagas lo que te pide, será el fin de todos -dice Ryder cuando consigue liberarse del pañuelo que le tapaba la boca que le impedía hablar.

-Pero si no lo hago..... -le digo intentando contener las lágrimas. Por encima de todo quería mantener a salvo a mis amigos e ir con él era la solución para eso.

-¡Cállate! -le grita mi padre a Ryder en la cara, este utiliza sus poderes y Ryder se retuerce de dolor en la silla en la que esta sentado.

-No lo toques déjalo en paz -Le grito yo a él y la misma rabia que creció dentro de mi aquel día en el muelle del lago se volvió a apoderar de mi, esta vez con más intensidad que la anterior, sentía que iba a explotar, mi preocupación por mis amigos, mi madre y el peso que caía sobre mi si me iba con el me estaban oprimiendo tanto el pecho que me faltaba el aire.

-Estas segura de que no quieres venir conmigo por la buenas -me dice con una sonrisa despiadada mientras hace que todos mis amigos se retuerzan de dolor.

No lo pude aguantar más, una cantidad de poder surgió de mí a causa de mi rabia y se liberó al exterior en forma de una luz cegadora, me sentía poderosa llena de energía, no me agotaba como la última vez si no que me llenaba.La luz no me dejaba ver pero poco a poco mi vista se fue aclarando, hasta que puede ver con total facilidad. Mis ojos se quedaron estupefactos cuando se dieron cuenta de que en el salón ya no estaba mi padre, se había marchado por una razón inexplicable. ¿Lo habré vencido con mi poder?

Prodigios De La NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora