Prodigios De La Naturaleza

11. Pequeña Sorpresa

Al día siguiente me despierto  en mi habitación con ideas muy bagas de lo que pasó a noche, el sonido de la alarma me indica que dentro de poco empezará el entrenamiento de natación y me  lavo la cara para despegar mi mente. Anna sigue durmiendo así que trato de salir de la habitación intentando hacer el menor ruido posible hacia la piscina del colegio. En el entrenamiento libero todo el estrés de la semana y me dejo guiar por las instrucciones del entrenador, sintiéndome así relajada. Cuando este terminó vuelvo a la habitación y me encuentro a Anna ya levantada de la cama y vestida.

-¿Planes para hoy?-digo entre risas al ver su cara de no haber dormido en dos años.

 -Estas loca, hoy sofá, manta y película. Además me dijo Laia que se iba a pasar por nuestra habitación después de comer a pasar la tarde juntas -contesta Anna

Efectivamente después de bajar al comedor y comer,subimos a nuestra habitación y cinco minutos Laia tocó la puerta pero nos trajo una sorpresa.

-Se empeñaron en venir y no les podía decir que no -dice Laia con cara de culpabilidad señalando a Lucas y a Scott que están en puerta esperando a que les dejáramos pasar.

-Nos dejáis quedarnos por favor, es que Ryder y los demás se han ido a la ciudad al bar que solemos ir pero hoy no nos apetecía después de lo de ayer así que  nos quedamos y vimos Laia bajar a aquí y pues le pedimos si podíamos venir, si es necesario nos quedaremos en el suelo sin hacer ruido -dice Lucas señalando el suelo riéndose acerca de sus pucheros.

Quien lo iba a imaginar alguno de estos chicos haciéndonos pucheros.

-Bueno esta bien, juntaremos las dos camas para estar mas cómodos -digo simulando un carácter de superioridad y después suelto una carcajada.

-Otra cosa, de esto ni una palabra a nadie,especialmente a Ryder -dice Scott.

Me quedé con ganas de preguntarle ya una vez por todas el porque no se juntaban con nadie a parte de entre ellos, pero sabía que iba a ser en vano porque no iba a obtener ni una una respuesta viniendo de ellos, seguramente con el tiempo y la confianza que vaya ganando con ellos lo averiguaré. Dejo a un lado este tema, me centro en disfrutar de una buena tarde con amigos. Nos ponemos a decidir una película, nos decidimos por una de miedo y apagamos todas las luces para hacer ambiente.

-No vale Anna si te estas tapando, te vas a perder toda la película -dice Scott.

-Es que da mucho miedo -contesta Anna y Scott hace un gesto indicándole que se siente al lado de él.

Anna se sienta al lado de el y Scott le pasa el brazo por el hombro,un poco típico y tal,me río al pensarlo, me siento muy feliz de que se lleven tan bien.

-Tocamientos durante la película no.-dice Lucas y con su mano forma una bola de fuego en sus manos alumbrando a Anna y a Scott, todos nos hachemos a reír menos ellos dos que se les encendieron las mejillas -. Os esteré vigilando -dice bromeando y apaga la bola de fuego riéndose.

-Yo si que voy a estar vigilandote para que en una de estas no me quemes la habitación -digo porque su bola de fuego estaba casi pegada a un cojín.

Pasamos una tarde genial entre risas y algunos sustos que otros de la película. Anna y Scott estuvieron muy juntos durante la película y es evidente que a mi amiga le gustaba desde antes.

-Para cuando otra -dice Scott entusiasmado. 

-Eso que me lo he pasado genial -dice Lucas riéndose.

-Ahora me entendéis, cuando me escabullo y vengo para estar con ellas -contesta Laia.

-Puede que halla una próxima si os portáis bien, no os preocupéis -digo y todos se ríen y después se marchan despidiéndonos.

Me alegra, me alegra un montón esta amistad que estamos construyendo con ellos y Laia, son unas personas geniales y también lo que esta empezando a surgir entre Anna y Scott.

El resto del fin de semana transcurrió normal ya que tenía que hacer unas cuantas tareas de clase.Era domingo por la tarde decidí llamar a mis padres ya que hacía tiempo que no hablaba con ellos,Mi padre no me cogió el teléfono, mi madre si pero enseguida me  cortó, cosa que me pareció un poco extraño ya que mi madre y yo solemos hablar más de diez minutos. No le di mucha más importancia ya que puede ser que sea una tontería. Decido ir a dar un paseo al lago para despejarme de estar estudiando todo el día. De camino al lago voy paseando tranquilamente observando todo lo que me rodea, cosas que nunca me he parado a mirar desde que llegué y admirando las grandes dimensiones de la escuela. Una vez ya en el lago, en el muelle consigo ver una silueta, es el, voy hacia el muelle y me detengo de pie mirándolo sentado en el borde del muelle.

-Veo que hemos tenido la misma idea de venir aquí -digo y Ryder se da la vuelta y me mira.

-Lárgate quiero estar solo -dice Ryder molesto por mi presencia y me mira con cara de enfado.

-Yo aquí no veo cartel que diga que esto es tuyo -digo y una rabia comienza a surgir de mi.

-Me da igual, te he dicho que te largues, que no entiendes aparte de eso -repite y me mira con una mirada más fría que el hielo,sus ojos azules se vuelven más oscuros.

La rabia se empieza a apoderar de mi como nunca antes lo ha hecho, sus palabras me han herido bastante y no puedo controlar el deseo que tengo ahora mismo de hacerle daño, así que alzó mi mano e invoco mi poder y lo empiezo a ahogar en el agua.

-Laura para por favor -dice Ryder, pero hago caso omiso a sus palabras y sigo con lo que he empezado, me da tango placer verle rogándome que pare cuando el es siempre el duro conmigo. Estoy sumergida en un trance no se si soy yo o soy otra persona la que está siendo responsable de mis actos, pero el caso es que no lo puedo parar, hasta que Anna me derriba utilizando sus poderes pillándome por sorpresa. Caigo al suelo y lo comienzo a ver todo cada vez más borroso y negro, el cuerpo me pesa mucho y lo único que logro ver es Anna intentando sacar a Ryder del lago lastimado por mi culpa, segundos más tarde empiezan a pesarme los ojos, a partir de ahí solo recuerdo el color negro.