𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐼

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♱୨ 𝒩𝒶𝒸𝒾𝓂𝒾ℯ𝓃𝓉ℴ ୧♱




Silencio.

Todo era silencioso, demasiado silencioso. Pero era ese tipo de silencio que, a algunos, podía llegarles a resultar pacifico, a otros, aterrador y ese silencio maldito se convertía aún mas aterrador cuando estabas en un hospital. Porque no sabias si estabas durmiendo, o si habías entrado en algun estado comatoso cuyo silencio bloquearía todo lazo con la realidad, un silencio del que, aunque quisieras, no tenias la opción de salir.

Daishi, solo estaba durmiendo.

Su padre y su madre habian ido a la cafeteria mientras su hija descansaba, oh sí... ella se llevaría una gran reprimenda por ello. A la madre de Daishi le asustaba dejarla sola, por ese tipo de cosas, Daishi podía llegar a ser terca como mula pero en ese momento no necesitaban que su hija fuera terca, que acortara la, ya de por si, corta linea de tiempo que le quedaba de vida.

Sí, dejar a su hija sola no era buena idea. Sin embargo, el padre de Daishi tenia razón en algo... ella estaba durmiendo, descansando, como algun dia lo haría, caería en un descanso del cual no volvería. Pero, en ese momento su hijita solo estaba allí dormida, ademas estaban en un hospital en cuyas puertas yacían cámaras para monitorear quienes entraban o salían de las habitaciones de los pacientes asi que, Daishi no podía estar mas segura allí... No?.

¡Pues claro...

que no!.

Ellos habian asegurado las puertas, pero no las ventanas, al fin y al cabo, quien en su sano juicio intentaría entrar a una habitación de un edificio, el cual era bastante alto por cierto, mediante una ventana?; Era una lastima que ellos lo hicieran y con una facilidad condenadamente increíble.

Cuatro personas miraban fijamente la camilla, o mejor dicho tres: —Estás segura de que es ella? —Preguntó una voz. Una extraña y algo desequilibrada risa resonó en la habitación.

Un dedo pinchó varias veces la mejilla de Daishi, todo con tal de molestarla:— Claro~, aunque se ve terriblemente inutil en este momento —Haumea pinchó con mas fuerza su mejilla provocando que en el rostro de la pequeña rubia se dibujase una expresion de dolor y su ritmo cardiaco aumentara— Uh... esta mocosa es la persona a quien buscábamos.

—Esta tardando en despertar —Dijo Arrow siguiendo con la mirada a Haumea, quien habia comenzado a pasearse por la habitación de lo mas normal.

—No seas idiota. Las cosas mas interesantes tardan en ocurrir —La rubia tomó un extraño artefacto del cual, al abrirlo, salia un pequeño caballito y comenzaba sonar una relajante melodía, melodía la cual no le agrado por lo que lanzó el objeto contra el suelo.

—Basta, provocaras que nos descubran.

—Y~, ninguno de estos inútiles puede detenernos —Haumea se dejó caer o mejor dicho se lanzó, sobre la camilla haciendo esta crujir ante su peso— Ne Sho, acaso no seria divertido?. Asi podrías usar tu Katana y hacer que todos ardan como las cucarachas que son —La desquiciada sonrisa volvió a dibujarse sobre sus labios. Al ver que el chico de cabello blanco y ojos rojos no decía nada y se mantenía observándola con la misma expresion de siempre su sonrisa se borró— Que aburridos, aunque si lo que quieren es diversión...

Haumea extendió su mano hacia uno de los cables que se conectaban a una máquina junto a la camilla, los dos cables sobresalían de la manga izquierda del pijama que Daishi llevaba, asi que estaba conectado a alguna parte de su cuerpo: Su pecho.

Estaban siguiendo minuciosamente el ritmo de su corazón. Haumea tiró de uno de los cables arrancándolo de la máquina, esta comenzó a producir un insoportable sonido o mejor dicho, pitido constante alarmando a los doctores.

୨ 𝐹𝑖𝑟𝑒 𝐶𝑢𝑟𝑒 ୧ || 𝑆ℎ𝑜 𝐾𝑢𝑠𝑎𝑘𝑎𝑏𝑒 『𝙵𝚒𝚛𝚎 𝙵𝚘𝚛𝚌𝚎  • 𝙾𝙲』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora