𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑋𝑉𝐼

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♱୨ 𝒮𝒽ℴ...𝓉𝒶 ୧♱


Se arrodilló.

Se arrodilló en medio del desolado lugar, en espera de que acudiera a ella. Como un fiel creyente ante un milagro, como un ser devoto a su religión; Esperando a que sus plegarias fueran recibidas por su amada deidad, ¿Que importaba si era doloroso?, ¿Que importaba si parecía al borde de perder la locura? lo único certero, la única realidad era ella. Siempre lo había sido, siempre lo sería desde la cálida explosión que creo el universo hasta la misma que llevaría el planeta a su destrucción.

Entonces, ocurrió:—Agh-!... —Un dolor infernal azotó su cabeza y la rubia se encontró en una distopía sin fin; en un lugar donde el tiempo no existía, donde el concepto de realidad nunca había sido distorsionado. Donde se encontraba ella con sus blancas prendas, portando esa vez una apacible sonrisa.

Haumea.

Estaba ocurriendo una vez mas.

Estaba hablándole, siempre lo había hecho siempre estuvo con ella asi como esta fue devota a ella. Como las monjas a su amado Dios, o mejor dicho... Diosa?.

Hay algo que debes ver Su voz resonó dentro de su cabeza y su cavidad auditiva erizando cada uno de los diminutos vellos en su piel; Los labios de la chica se curvaron en una maliciosa sonrisa, ¡Nuevamente se encontraba extasiada, a la espera de una nueva revelación!— Aquí estoy —Contestó.

Quiero que hagas algo por mí. La imagen de las oscuras llamas comenzó a hacerse borrosa a causa del dolor insoportable; un tormento el cual no podría ser explicado con palabras, llevó sus manos a su cabeza tirando levemente de su cabello mientras una carcajada atontada y perturbadora por igual resonó mientras la oscuridad se apoderaba de ella.

Entonces confusas imágenes se revelaron en medio de ese tortuoso Adora Link, ¿Acaso había un mejor incentivo para un humano que el dolor?, no... Claro que no. Una llama nació en la penumbra extendiéndose hasta formar el numero Siete estas cayó algo semejante a una gota de un intenso anaranjado-rojizo, suspendiéndose en medio de la oscuridad, brillando mientras se consumía aquel siete de fuego en silencio.

Una gota de luz, una gota de fuego... ¿Acaso esas palabras podían ir en la misma frase...?; ante sus ojos estaba la mera prueba de ello. El color de esas llamas formaron uno diferente a la vez que se contorsionaba, deformándose mas y mas dando forma asi a lo que lucia como... una manzana?.

Si, en definitiva se trataba de una manzana. Una manzana cuyo dorado color se hacia mas y mas intenso, hasta alcanzar el ocre; entonces brillo, brillo tan intenso como las estrellas que acompañaban a la luna en medio de un oscuro cielo azul, un brillo cegador que conllevó a la revelación de una persona.

Yacía sobre una cama descansando con los tenues rayos del sol dando contra su rostro y parte de su pálida piel. Estaba dormida, con una de sus manos unida a un suero, ¿Acaso no era extraño?, los enfermos parecían demacrados, como si el cálido aliento de vida les hubiese sido succionado desde lo mas profundo de su ser pero... esa niña, lucia radiante de vitalidad, con la cálida luz iluminando sus rosadas mejillas y parpados, mientras que sus labios parecían haber sido hechos con un pincel aunque... no, esa mocosa parecía una pintura en vida.

Con su largo cabello de un dorado tan intenso como lo había sido aquella manzana, con su respingada nariz, sus largas pestañas, su pequeña y carnosa boca, su pálida piel... No parecía un ser humano, los seres humanos jamás podrían llegar a ser tan hermosos porque al fin y al cabo eso eran: Humanos, seres comunes y corrientes.

୨ 𝐹𝑖𝑟𝑒 𝐶𝑢𝑟𝑒 ୧ || 𝑆ℎ𝑜 𝐾𝑢𝑠𝑎𝑘𝑎𝑏𝑒 『𝙵𝚒𝚛𝚎 𝙵𝚘𝚛𝚌𝚎  • 𝙾𝙲』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora