La perfecta sincronía del Poder

12

Pov Narrador

Era ya tarde, y después de despedir a los invitados agradeciéndoles por su presencia, Naruto se quedó pensando en lo que pudo haber pasado, si peleó con Hinata algunas veces pero, es normal ¿No? Es decir todas las parejas pelean de vez en cuando; a su lado llegó Sakura abrazándolo por la espalda.

—¿Es tas bien?— pregunto preocupada

—No, ¿Que le pasó a Hinata?— se preguntaba a si mismo temeroso

Sakura se puso frente a él, lo miraba compadecida y trataba de alentarlo, tomó su rostro entre sus manos y le dijo —Todo estará bien, ya veraz que la encontraremos, tiene que aparecer— decía tratando de ser fuerte la chica

—¿Acaso no quería casarse conmigo?— Naruto estaba enserio dolido, y triste no entendía como después de lo que pasaron juntos, y de cómo ella lo miraba en todos sus recuerdos ella decidiera irse.

—¡No! Para nada, ella te ama enserio...— decía Sakura enserio dolida la lastimaba que su amigo, que consideraba un hermano sufriera por un amor, quería decirle que todo estaba bien y que ya todo pasó pero ¿Cómo?

Naruto interrumpió las palabras de su pelirrosa amiga con un grito fuerte y de dolor literalmente sentía que lo apuñalaban por la espalda, finalmente las lágrimas no se hicieron esperar y lloraba, Naruto Uzumaki lloraba sin consuelo algúno.

—¡Escuchame Naruto! — grito Sakura fuerte y decidida —calmate, Hinata está bien y sea lo que sea que esté pasando lo resolveremos ¿Si? Pero te necesito fuerte —

—de acuerdo dattebayo— tras ver la fuerza y determinación con la que hablaba su amiga Naruto tuvo nuevas fuerzas para continuar, tenía que resolver este lío, no estaría en paz sin la mujer que ama.

Naruto y Sakura corrieron para reunirse con el Hokage y el líder del clan Hyuga, al entrar en la sala pudieron ver qué todos tenían caras de funeral, cosa que hizo que el corazón del chico se acelerará esperando no escuchar malas noticias.

—¿Que pasa? ¿Que sucede dattebayo?— cuestionó algo histérico.

—Naruto, cálmate y escucha...— decía kakashi con voz serena y firme, por algún motivo Naruto captó esto como señal de alerta, haciendo que su corazón se acelerará aún más.

—¿Que sucede?— pregunto una vez más

—perdona, yo no...nosé...— escuchar la voz tranquila y en cierto modo dudosa se Karin le habían indicado que algo malo había ocurrido

Nadie en esa habitación sabía que decirle, y es que ¿Cómo decirle que ni siquiera Karin Uzumaki (que es la mejor rastreando) pudo ni siquiera sentir algo de chakra de Hinata?

—Naruto....— Ino estaba decidida a hablar y decirle lo que sucedió con Karin, pero No podía decírselo a Naruto, No en sus condiciones.

A todos les dolía el hecho de que no se encontrará ni un solo rastro del chackra de Hinata en el mundo Shinobi, era una buena Kunoichi, amigable con todo, buena hermana e hija ¿Porque a ella? Sin embargo ¿Dónde está su cuerpo? Mínimo querían tener un lugar donde llorarla, Kiba quien estaba fastidiado del silencio y de cómo todos estaban siendo hipócritas con Naruto alzó la voz.

—¡Ya déjense de juegos! ¡Digan la verdad! ¿He? ¿O es que ni siquiera están seguros?— decía histérico el Inuzuka, él no creería en la muerte de Hinata hasta no tener su cuerpo.

—¡Cállate Idiota!— la voz de Ino fue severa y determinante

—¡No! ¡Idiotas ustedes! ¡Yo no descansaré hasta no encontrar a Hinata! ¡Me niego rotundamente a creer que este muerta!— gritaba Kiba

—¡¿QUÉ?!— cuestionó Naruto impotente y rabioso de lo que decía Kiba pero mas que eso dolido, le dolía el hecho de que la persona que amaba hubiera muerto sin ni siquiera verla —¡CÁLLATE! ¡NO SABES LO QUÉ DICES!— gritaba furioso el Uzumaki

—¡HO claro que lo se! ¡Y ustedes par de inútiles se quedarán aquí a esperar! ¡Yo no! — Kiba estaba apunto de salir de la habitación cuando alguien lo toma de la camisa

—dime que es mentira— decía Naruto en tono sigiloso pero autoritario

—yo no lo creo, saldré a buscarla...¿Vienes?— decía Kiba en igual tono, Naruto lo pensó y realmente no aceptaba la muerte de Hinata, así que ambos salieron por la ventana y así tuvieran que ir al final del mundo Shinobi la encontrarían, Sakura quien sabía que Naruto no estaba pensando correctamente y que además iba con Kiba que era otro igual a el podrían tener consecuencias grabes se fue tras ellos.

—¡Sakura!— grito Ino tratando de detenerla y a punto de correr tras ella pero Shikamaru la sujeto de los hombros.

—se racional— decía Shikamaru

Todos estaban en completo silenció llorando y/o lamentado la muerte de la heredera Hyuga, el silencio fue roto por Natsu quien tenía consigo una expresión de extrema preocupación en su rostro.

—¡Natsu!— Hiashi estaba por reprenderla pero ella hablo.

—tiene que venir es urgente.

—¡Nada es más urgente!—

—la sala de pergaminos...— ella no sabía cómo describir lo que pasó ahí

—¡¿Que ocurrió ahí?!— dijo Hiashi levantándose y corriendo con los ninjas tras suyo.

Todos quedaron asombrados al ver el inmenso desorden que ahí había todos y cada uno de los pergaminos fue deshecho, como si un pequeño incendio se diera ahí mismo, una marca de un círculo gigante estaba en la pared principal, lucía como ¿Quemado? Fue entonces que el señor Hiashi dio una orden:

—¿Revisaron la habitación de Hinata?—

—si..— dijo Karin.

—¡No! Con el Byakugan — decía Hiashi desesperado, y un silencio se formó miró a Natsu —¡Encárgate!—

Natsu corrió a la habitación Hinata y no logro ver absolutamente nada, ni con su Byakugan, sin embargo si sentía que un chackra muy fuerte había sido usado ahí.

Hiashi por su lado, también inspeccionó el lugar de pergaminos con su Byakugan y no vio nada; cosa que comenzó a asustarlo, porque si sentía un chackra inmensamente fuerte

—¿Que sucede?— pregunto kakashi sin entender.

—llama a ese Uchiha, quizás con el Rinnegan se pueda...—

—¿Ha Sasuke?— y Kakashi no entendía.

—¡Hazlo Maldita sea!— gruño el líder Hyuga

—karin...— kakashi llamo a Karin y dio la orden de rastrear el chackra de Sasuke donde sea que estuviese lo encontraría y lo traería, para resolver esto.

—¡NO!— dijo comenzando a preocuparse Karin, y rehizo su jutsu —¡No! ¡NO PUEDE SER!— grito frustrada

—¡¿Que?!— dijeron todos

—¡NO SIENTO El CHACKRA DE SASUKE-KUN!— grito al borde el llanto.