SHE IS MINE ✅

C A P Í T U L O 18

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Que a gusto se está en estas sábanas, son tan suaves y calentitas... Un momento. Abro los ojos, veo todo borroso, parpadeo varias veces para adaptarme a la luz. ¡Esta no es mi habitación! Y ¡¿Por qué me duele la mejilla?!

Me levanto de sopetón. Y miro mi alrededor, a ver, está habitación a mi me suena.

—Buenos días.

—¡AAHH!, ¡JODER! —Me giro y ahí esta el. Aritz. —Joder Aritz, que susto me has dado.

—Lo siento, no pretendía asustarte. —Me dice el con una sonrisa en sus labios.

—Pues lo has hecho. —Me tocó el pecho, el lado donde está el corazón y noto como va a una rápida velocidad. —Aritz, ¿qué hago yo aquí?

—¿No recuerdas nada? —Me pregunta sorprendido.

—Me acuerdo de que terminaron las clases y que luego me fui a mi casa. — Voy caminado por la calle y derreñente dos hombres me acorralan contra el muro. Empiezan a toqutearme. Yo intento soltarme de su agarre, forcejeo sin parar hasta que uno de los hombres me pega muy fuerte en la mejilla. Siento como que me voy a caer y de
repente siento como me agarran y me llevan.

Inconstientemente me toco la mejilla. Hago una mueca de dolor, tengo la mejilla hinchada, y me duele.

—¿Los has recordado? —Me pregunta Aritz. Yo lo miro.

—¿Fuistes tu el que me sujetó? ¿Y el que me separó de los hombres?

—Sí.

Y sin pensarlo me levanto corriendo de la cama y voy hacia el y lo abrazo. Se queda estático cuando le abrazo pero después acepta mi abrazo y el me abraza.

—Gracias, muchas gracias. ¡Gracias, gracias! —No paro de decirle lo agradecida que estoy. Escucho como se ríe bajito, dios, que sonido más bonito...

"¡Pero que cojones Kath, a ver, a ver, a ver. Deja de pensar en estupideces hombre!"

Me apartó de su abrazo incomoda.

—No es nada preciosa. —Sonrie. —Si no te importa responderme esto, ¿qué hacías por ese callejón?

—Pues ir a mi casa. Siempre voy por el mismo lugar, nunca me ha pasado absolutamente nada, hasta ayer.

—Y ¿por qué no vas en coche?

—Pues porque a veces lo necesitan mis padre y porque me da pereza conducir por las mañanas, así de simple.

Aritz gira la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda, así consecutivamente, negando o diciendo como que está a mal lo que había dicho.

—No te tomaba por una chica baga. —Me dice sonriendo. ¿A este qué le pasa?, siempre que está conmigo no para de sonreír. Y yo no tengo ninguna queja, porque su sonrisa es preciosa...

"Y aquí vamos otra vez, con las estupideces de Katherine Bernnett. ¡Aplausos por favor!"

Aritz me gira la cabeza al lado izquierdo y empieza a inspeccionar la zona derecha de mi cara, concretamente mi mejilla.