SHE IS MINE ✅

C A P Í T U L O 31

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Aritz y yo seguimos besándonos, posa una de sus manos en mi cintura, y la otra la metió dentro de mi camiseta y la deja descansando en mi espalda.

Empieza a subir mi camiseta y es ahí cuando me tenso, y Aritz lo nota y aparta las manos.

—Lo siento. —Dice apartándose.

—No pasa nada.

—Eehhh, esto... —Se levanta de la cama incomodo. —¿Te apetece ir a Desayunar? —Me pregunta cuando ya estaba fuera de la cama.

—Sí, claro. —La verdad es que tenía mucha hambre.

Me extendió la mano para ayudarme a levantarme de la cama, cuando me levanto gracias a él me empieza a doler la cabeza, puñetera resaca.

—¿Estas bien? —Me pregunta Aritz preocupado.

—Sí, me duele la cabeza por la resaca pero se puede aguantar.

—Desayunaremos fuera, cuando tengas el estómago lleno te daré una pastilla para el mareo. —Yo asiento con la cabeza en modo de agradecimiento.

Levanto las sabanas que cubría mi cuerpo, y al momento que las aparto me acuerdo que no tengo mi ropa y que Aritz solo estaba en boxer. Mis mejillas se ponen rojas al instante.

—Eh, Aritz, estas sin ropa. —Le digo.

—Ya lo se. —Se da la vuelta para entrar en su baño, y no pude controlarme para bajar la vista. —Katherine deja de mirar mi hermoso trasero. —Ups, me pilló.

—No te estaba mirando. —Intentó que parezca que estoy diciendo la verdad pero él se ríe.

—Sí, claro. —Me dice alzando un poco la voz ya que había entrado al baño.

—Aritz, ¿dónde está mi ropa?

—Está en mi escritorio, la tienes doblada.

Me dirijo al escritorio de Aritz y cojo mi ropa.

Ya vestida tocó dos veces la puerta del baño, de Aritz, con los nudillos.

—Aritz estoy vestida. —Le aviso para que se dé un poquito de prisa, porque me estaba muriendo de hambre, en serio, las tripas me gritaban por comida.

—Ya estoy. —Dice abriendo la puerta del baño.

Aritz entrelaza su mano con la mía y empieza a caminar en dirección a la salida. Ya fuera de su casa enciende el coche y nos metemos en el.

—¿A dónde vamos? —Le preguntó curiosa por saber dónde vamos a desayunar.

—Tenía pensado ir al centro, hay un restaurante que se desayuna muy bien ahí.

—¿No estarás hablando de Grece's?

—¿Ya has ido ahí? —Me pregunta alzando una ceja.

—Si. —Digo sin ganas. —Antes solía ir todos los domingos Grece's con Laura, y cuando empecé a salir con Thomas también se unía a nuestros planes de desayunar todos los domingos ahí. —Antea recordar eso me dolía, pero ahora realmente me da igual, ¿porqué sufrir por personas tan mierdas como ellos?

—Si quieres podemos ir a otro sitio. —Me dice preocupado.

—No. Quiero ir a Grece's, hace mucho tiempo que no desayuno un buen pan tumaca. —Le digo con una sonrisa sincera.

—Bien. —Dice devolviéndome la sonrisa.

Aritz empieza a conducir en dirección al centro. Durante el camino Aritz y yo nos la pasamos hablando y riendo, y yo que pensaba que solo iba a ver un silencio incómodo.